19 de abril de 1810 en el 2017

Por: Ramsés Uribe…

En estos días pasan tantos eventos discordantes, hay una pluralidad de situaciones en sintonía con el anteriormente comentado  realismo mágico, ahora, más bien,  devenido en realismo mágico-trágico, en nuestro siempre luchador gran país tropical, que es bien difícil pensar e investigar juiciosamente sobre algún tema concreto. Es el vértigo social más resbaloso que ha encontrado investigador alguno en los últimos tiempos y desde hace unos 17-18 años. Por supuesto que los limites espaciales demandan un poco de precisión temática.

Quizás algún aliciente estético nos calme el mal rato del país. Recomendamos escuchar al gran músico y compositor británico, George Harrison que en 1972, lanzó el triple álbum “All things must pass” , que a la sazón fue un enorme éxito musical en todo el mundo postbeatle. Rescatamos de esa pléyade sinfónica popular la tonada del mismo nombre de la obra, “ todas las cosas pasan”. Allí expresa, entre otras ideas edificantes, que podemos interpretar como de mucha esperanza ante la situación actual que nos agobia, con sus poéticas palabras:

 “Ahora la oscuridad sólo permanece en la noche,

por la mañana se desvanecerá

la luz del día es buena

al llegar en el momento adecuado

No siempre

Va a ser tan gris.

Todas las cosas pasan.”

 En efecto, no es sólo el texto precioso de una canción, luego de escucharla,  pues en la realidad del día a día, todo pasa, tanto los eventos positivos como los desafortunados, a pesar que los primeros son poco frecuentes. Ahora en Venezuela todo transcurre muy rápido, de la nada de la apatía generalizada ha surgido impulsada por una cuota de miedo, mezclado con una buena porción de indignación ante los desafueros, la corrupción y el cinismo gubernamental, cuestionado seriamente por su ilegalidad, incluso a nivel internacional,    el pueblo con la valentía necesaria y ultraentusiasta para impulsar el cambio en nuestro país. De todos los rincones de la patria buena brotan ricas semillas de libertad y democracia, son millones de almas empoderadas que marchan en forma permanente, seguras de nobles ideales hacia un futuro superior que está a la vuelta de la esquina. Similar a aquel 19 de abril de 1810, hoy en el 2017, los mismos fines libertarios nos motivan a seguir adelante hacia la nación maravillosa que antes.

Aunque lamentablemente hay heridos, vidas fallecidas, detenidos a montón, destrozos indeseables y una brutal arremetida de los violentos de siempre; eso para nada seguirá. Hay que recordar y tener siempre al día que después del más violento huracán luego llega la calma más sutil más añorada.  Esa oscuridad cederá el paso firme al amanecer prometedor de otra Venezuela libre, con un sistema político más serio, respetuoso, justo e igualitario para todos(as).   

La buena noticia teológica y política por extensión, constatable en la dinámica social actual, es que este sistema de gobierno perverso, está en las últimas. Basta con ver su lunática desesperación atroche y moche, llena de contradicciones y errores garrafales  en toda dirección.  La incoherencia de su gestión es palmaria y manifiesta por doquier: por ejemplo, mientras publican a voz cantante en escenarios internacionales y medios de comunicación su vigencia en materia de Derechos Humanos, al rato, lo tiran todo al bote cuando excluyen a todo aquel que no está de acuerdo con su ideología socialistoide, usan un lenguaje de odio, sarcasmo e intrigas constantes, amenazas y chantajes a sus propios seguidores y peor aún: la brutal represión con armas que están prohibidas por la Constitución Nacional.  En Mateo 12:25, está escrito, … “Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí mismo está dividido; ¿ cómo, pues, permanecerá su reino?”…

Dios  dará la victoria al pueblo sufrido que reclama pacíficamente su derecho a una verdadera democracia .

Ramsés Uribe, profesor Núcleo universitario (NUVM) de ULA.

Correo: ramaseum@yahoo.com

Twitter: @ramthalneo