La Cruda Realidad: Pensamientos para la Construcción Nacional (III)

Por: Jim Morantes…

Continuando con el somero análisis efectuado al libro “Historia de las Ideas en Venezuela (Estudios Breves)” del historiador David Ruiz Chataing, clave en la construcción inédita del pensamiento nacional de los siglos XIX y XX, me es grato mencionar parte de la estructura interna del mismo, guardando atónita vigencia en el siglo XXI, pues a pesar de encontrarnos bajo un escenario atípico impregnado de cierto contexto disímil, aún muchos de los postulados enunciados por los protagonistas del pasado continúan vigentes, lo que implica que la cultura patria es cíclica, poco cambiante o retrograda:

Capítulo III. “Optimismo a Toda Prueba”. Juvenal Anzola (1862-1928), abogado larense, jurista de formación, pacifista, destacado político; pensaba que su ejemplo era posible en los demás, venir de la “provincia, estudiar y trabajar duro”, le hacía al pueblo prosperar con integridad y sin mezquindad, el progreso se fortalecía con el desarrollo del ferrocarril, la industria y con reformas jurídicas sustentadas en el evangelio, la moral y las buenas costumbres, permitiendo el desempeño de una función pública, eficiente, transparente y bien remunerada.

Capítulo IV. “Primeros años del Gomecismo”. Gerónimo Maldonado (1876-1913), médico merideño y apasionado periodista; profesó orden, paz, cultura, prensa libre, nacionalismo y combatió los malos hábitos heredados de los españoles (flojera y holgazanería), hizo hincapié en la responsabilidad de la clase dirigente, cuestionando los contratos internacionales donde el país perdía dinero, proponía seguridad jurídica a la nación y con ello se evitaba la corrupción.

Emilio Constantino Guerrero (1866-1920), abogado y político tachirense, su norte fue la carrera judicial; impulsor del liberalismo, era del criterio de combatir los grandes monopolios, mediante el incentivo de inversiones extranjeras con igualdad de condiciones y beneficios para ambas partes, además de ayudar a las zonas rurales, estimulando la producción agrícola, pecuaria, la capacitación tecnológica e impulsando las artes y los oficios, pieza claves en el desarrollo.

Capítulo V. “Luchadores Antigomecistas” (1909-1935),época donde el silencio, astucia e instinto del tachirense Juan Vicente Gómez (1857-1935), quien eliminó a los caudillos, trajo la paz e inició la explotación petrolera con apertura tecnología, crecimiento vial e inversión internacional, centralizó, modernizó y fortaleció la hacienda pública nacional, unificando el país a cambio de fomentar, resguardar y expandir su gran riqueza empresarial personal que a la larga seria absorbida por la renta petrolera derivada de la mono producción energética, sin embargo, con el paso de los años las nuevas generaciones querían respirar esperanza, de allí que un grupo de estudiantes: Rómulo Betancourt, Andrés Eloy Blanco, Pio Tamayo entre otros en el carnaval de 1928, alzaron su voz a favor de la democracia, defendiendo la libertad y la proclamación participativa proporcional e igualitaria en la toma jerárquica de decisiones.

De forma simultánea Alejandro Rivas Vásquez, el periodista Jacinto López (1864-1941), el militar Luciano Mendible (1875-1940) y Jorge Luciani, exiliados algunos otros no, todos acérrimos luchadores contra la dictadura, siendo cabales exponentes y propulsores de la justicia social, educación e igualdad.

Capítulo VI. Manuel Antonio Pulido Méndez (1898-1965), médico tachirense, filósofo cristiano y diplomático; para él la honestidad, responsabilidad, justicia y autoevaluación eran pilares fundamentales de la sociedad, combatiente de la “trágica” dictadura gomecista, su tendencia socialcristiana, marcada e inspirada en la meditación, moral, solidaridad y corresponsabilidad, conducían al destino anhelado labrado por el nacionalismo democrático y transformador.

Capítulo VII. Simón Planas Suarez (1879-1967), abogado y académico caraqueño, defensor bolivariano de la libertad de expresión, de la territorialidad patria y soberana, auspiciador de las políticas inmigratorias, el estado tenía la función de ser el director económico, debiendo garantizar la integración geográfica con carreteras, ferrocarriles y aviones, además de brindar equilibrio y diversidad productiva; criticar la acción u omisión de los gobernantes era esencial, al igual que no apoyar la reelección y aprobar el sufragio directo para escoger a las autoridades.

Capítulo VIII. Transición Democrática (1936-1948), brecha iniciada con la muerte de Gómez, teniendo la nueva clase gobernante la función de diversificar la minería, batallar la pobreza y auspiciar las industrias, así que el periodista Ramón David León (1890-1980), critica la mala praxis política de la época, es defensor de la agricultura, reivindica a Castro y a Gómez en cuanto a la consolidación nacional, es anticomunista y apoya el presidencialismo fuerte pero no continuista ni personalista.

En la próxima edición me referiré a otros personajes y temas de interés nacional.

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