La noche del domingo

Por: Fernando Luis Egaña…

Lo que debería ser un procedimiento ordinario, desdramatizado y objetivamente institucional: el anuncio de resultados electorales; en esta Venezuela se convierte en una puja sospechosa, intensamente conflictiva, en la que el oficialismo maneja las cosas en función de su conveniencia, y en la cual, a la postre, quedan fundadas dudas sobre los resultados anunciados.

Ello se pone de manifiesto, muy notoriamente, cuando los resultados no son favorables a la hegemonía. La noche del próximo domingo será, por tanto, una de esas noches difíciles, de expectativa ansiosa, de reclamos y exigencias por parte de los sectores opositores, para que empiecen a dar las cifras comiciales. No hay que ser adivino para saberlo. Basta haber vivido en el país de estos años, para darse debida cuenta al respecto.

En realidad, todo el día domingo será difícil. Las denuncias de abusos ventajistas no se harán esperar. De seguro que serán públicas y comunicacionales en diversos sectores, pero el acceso y la difusión de los medios estará sumamente vigilada, es decir, restringida. La censura y la autocensura, muy probablemente, se harán sentir con todo rigor. En las redes sociales mucho menos, pero la confiabilidad no siempre es el fuerte de las mismas.

No obstante lo anterior, el pueblo estará en la calle. Votando y haciendo cola para votar. Es llamativa la esperanza de los venezolanos en el voto, que no se quiebra a pesar de tantos pesares. La cultura democrática que se fue desarrollando en la República Civil, no fue un esfuerzo vano. En estos años de supuesta “revolución” ha sido aprovechada y manipulada, pero no han logrado destruirla.

Porque ojo, una cosa es una profusión de votaciones controladas por un poder hegemónico, y otra muy distinta son elecciones libres y justas, donde se preservan los principios constitucionales de imparcialidad, igualdad y transparencia. De lo primero se ha tenido bastante, de lo segundo, como dice una vieja canción, poca cosa, casi nada.

De allí que el próximo domingo sea, repito, un día difícil, y a medida que avance la jornada, más. Y la noche será una contienda para que la verdad sea conocida, defendida y reconocida. Hay mucho interés en el mundo por lo que pase en Venezuela el día domingo y, sobre todo, la noche del domingo. Y ese interés lo comparten y lo asumen todos los venezolanos de buena voluntad que quieren un cambio para su patria.

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