A media semana: La barbarie como política

El desprecio por la política es un mal en Latinoamérica. Todavía hay vastos sectores que apuestan a la barbarie, a la imposición y al totalitarismo, lo que ha hundido siempre a estos pueblos. En Venezuela se tiene un desprecio por la política, mal entendida por las mayorías, y gracias a ello, este país lleva 20 años hundido en la oclocracia.

Lo que le ha pasado a Mauricio Macri en Argentina es el resultado de la tozudez, de querer avasallar al otro sector, de no respetar a las minorías, de no querer llegar al entendimiento con quienes piensan distinto. Las élites odian a las democracias, le ha pasado a Venezuela y le ocurre a Argentina.

Macri sólo tenía que buscar un acuerdo político con los gobernadores peronistas, para lograr que el déficit fiscal bajara y así evitar que el gasto público jugara en su contra, lo que es lo mismo que le fuese imposible controlar la inflación y la subida del dólar en ese país.

Pero sería vergonzoso para los bárbaros, llegar a acuerdos políticos con el sector al que se señala fue el que fecundó la situación que ahora le tocó a Macri. Con más razón tenía que hacerlo.

Un problema económico, que lo resolvía con una acción política. De manera civilizada.

Allí están de nuevo los argentinos, con el kirchnerismo amenazando con volver al poder y ahora con la economía más destrozada, luego que el lunes, después de las elecciones primarias, el peso argentino se hundiera 32%, para empeorar la situación.

En Venezuela, sectores económicos, la élite que se enriqueció con el chavismo/madurismo, y buena parte de esa que ya lo hacía, antes de la llegada de Chávez, hoy exiliada en Miami con sus fortunas, desatan un feroz ataque contra los partidos políticos, contra la Asamblea Nacional, contra la dirigencia que, sin más remedio, busca acuerdos o negociaciones para encontrar por esa vía alguna salida al desastre venezolano.

Los pueblos latinos todavía están lejos del desarrollo, se requiere estadistas, políticos capaces de concertar acuerdos con cada minoría, y no parciales polarizados que de manera irresponsable manejan los países, como si de un partido de fútbol se tratara o de trogloditas que sólo tienen como soluciones guerras, muertes, enfrentamientos y violencia. Estamos gobernados por bárbaros.

La tesis de Juan Barreto

En Argentina ha ocurrido lo que Juan Barreto le ha estado planteando al chavismo/madurismo, haber ido a elecciones y pasar a ser oposición si se pierden, a la oposición le hubiese tocado los ajustes dolorosos económicos, por lo que el chavismo se prepararía para regresar al poder. En Argentina parece que dará resultado.

La guerra contra Guaidó

Aquella élite caraqueña, la clase rica, con poder económico y poder político, que cometió la felonía de llevar a Chávez al poder en 1998, por divorciarse de los partidos políticos tradicionales, junto a los herederos que hicieron grandes negocios con el chavismo desde sus inicios, hoy vive en el exilio, multimillonaria gracias a la fuga de capitales de Venezuela. En Miami podrán tener dinero, pero no tienen poder político, ni influencia en la primera reserva petrolera del mundo, esa clase quiere volver al poder, pero no con los partidos tradicionales, por eso financian el atroz ataque contra Guaidó desde filas supuestamente opositoras.

El “sifrinaje” no soporta a Guaidó

Dirigentes políticos sin partidos, que se consideran “la élite”, que son los restos de los “ex-amos del valle”, no toleran que Donald Trump, el presidente de EEUU, mantenga su apoyo a Juan Guaidó, un joven dirigente político surgido casi de la nada, con una trayectoria poco conocida, de origen humilde, de La Güaira, quien no pertenece al “sultanato” caraqueño de políticos, que se presenten como los “dirigentes nacionales”, los ataques contra Guaidó rayan en el racismo, incluso.

La gran reconstrucción

El secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, estuvo en Brasil, reunido con empresas de infraestructura para lo que sería la reconstrucción de Venezuela, compañías como Oracle y Hill International, han participado en reuniones similares, coinciden que será uno de los mejores negocios que hagan porque el potencial que hay es grande, “empezar desde cero”.

La desesperanza como política

Un sector que se muestra como opositor, señala que ya no hay remedio para Venezuela, que todo se ha perdido, la razón que esgrimen es que supuestamente Juan Gauidó no ordenó una intervención militar, como si pudiera hacerlo. Se trata de una campaña de desesperanza, que motiva a muchos a vender sus viviendas a precios irrisorios e irse de Venezuela, la demanda de dólares se ha reactivado y su precio ha vuelto a subir.

Guaidó no puede disponer de activos

El enviado a Venezuela por EEUU, Elliott Abrams, explicó en medios estadounidenses que Juan Gauidó no puede disponer de los activos, recursos, bonos, dinero congelado, de Venezuela, porque actualmente están protegidos, también para evitar que los acreedores se lancen sobre éste para cobrar las deudas, por lo tanto la campaña de supuesta corrupción que desatan contra lo que sería “el gobierno de Guaidó”, carecen de fundamentos.

Rusia nos exprime

Los rusos aprovechan la crisis venezolana para llevarse petróleo con grandes descuentos y enviar nafta para producir gasolina a precios sumamente elevados. El intercambio se hace a través de Malta, donde Venezuela hace el trasbordo de hidrocarburos de un barco a otro.

Bitcoin se populariza en Venezuela

Luego de las sanciones de EEUU contra Venezuela, emitidas la semana pasada, las negociaciones de bitcoines se han disparado. El sistema de mesas de cambio de los bancos venezolanos, es un riesgo para los bancos extranjeros, por lo que han limitado muchas operaciones, como consecuencia los venezolanos ahora usan cada vez más el bitcoin. @alexvallenilla