A media semana: La guerra interna del régimen se intensifica

Por: Alex Vallenilla…

El resultado de la encuesta Ratio UCAB, que revela la sorprendente recuperación de popularidad de Nicolás, no sólo ha impactado a la oposición, el sector que le enfrenta internamente, el chavismo-4F, también ha quedado muy sorprendido y el asunto no les gustó para nada, sus esfuerzos por sabotear desde adentro la gestión madurista tienen el objetivo de lastrar la popularidad del sector que es pro-cubano, con el fin de proponerse como el sucesor en caso de que hubiese necesidad de sustituirlo.

Esa guerra interna es una oportunidad para los factores democráticos, pero lamentablemente los principales dirigentes políticos no están organizados, articulados o unidos como una sola fuerza para pasar a la ofensiva. La debilidad del régimen se fundamenta en que el sector madurista está negociando hace tiempo, de la mano de los rusos, quienes tras el acuerdo de Helsinki dieron las pautas para que Nicolás pudiera mantenerse un tiempo más, produciendo un cambio en el tema económico con la liberación del dólar y el aumento del precio internacional de la gasolina, dos factores claves que si bien no cambiarían del todo la crisis, permitirían comenzar a sentar las bases para una estabilización y ser esto un paso más en esa negociación.

 

Llega el senador Bob Corker, quien a través del Grupo Boston, que es madurista, intenta establecer puentes de entendimientos entre factores de oposición y del régimen, en reuniones exploratorias y tener un diagnóstico actualizado de las actuales circunstancias. Evidentemente un proceso de estos, sin la presencia de los sectores del chavismo-4F, es prácticamente un acto de traición entre camaradas, este grupo sostiene que el madurismo se mantiene en negociaciones en las que ellos no cuentan y sospechan que tarde o temprano terminen también presos, como ya hay unos 350 militares acusados por el madurismo de conspiradores. Toda la patraña alrededor del dirigente Julio Borges, con el tema del drone, es una cortina que se usa como discurso para tapar ante las bases genuinas del chavismo, la crisis interna que está por estallar y salir de sus madrigueras.

En el marco de las reuniones de Corker, ocurre un hecho sorprendente, el concejal del municipio Libertador, Fernando Albán, quien estaba desaparecido días atrás, aparece muerto en la sede del Sebin en Plaza Venezuela, las declaraciones oficiales señalan que el dirigente político se lanzó del décimo piso, las acusaciones de distintos voceros opositores señalan por torturas que lo mataron y para tapar el crimen fue lanzado, al menos hay versiones no oficiales de declaraciones de funcionarios del cuerpo. Este hecho empañó totalmente el proceso que a la par llevaba Corker y las conversaciones entre los diversos factores venezolanos.

El madurismo intenta buscar un acuerdo o acercamiento con Washington, pero ha sufrido varios reveses. El Grupo Boston fue artífice de que liberaran el preso Josua Holt, el norteamericano, que dio pie a que otro grupo de presos políticos recibieran beneficios procesales y otros salieran libres, como una muestra de querer negociar, sin embargo el sector 4F no aprobó la acción y ha comenzado a apresar nuevamente a dirigentes opositores, lo que conspira contra los planes del madurismo de querer deshacerse de las acusaciones de violaciones de DDHH y mostrarse dispuestos a cooperar. En vano estuvo Nicolás en Nueva York, en la Asamblea General de la ONU buscando una reunión con Donald Trump. Un “topo” del Departamento de Estado reveló hace semanas que militares venezolanos han buscado contacto con el gobierno norteamericano para dar un golpe de Estado, acción que EEUU no atendió porque no les gustó quienes son los que proponen esta idea.

La guerra interna es por sobrevivir, un sector del régimen negocia su salvación, el otro, involucrado en situaciones que no agradan al gobierno norteamericano tiene menos posibilidades, lo que se refleja en situaciones internas, los ajustes de cuentas entre estos grupos se remontan a eventos similares a lo ocurrido en las protestas de 2014, cuando en el marco de una manifestación de opositores, grupos del Sebin liquidaron a Montoya, un dirigente radical de los grupos “colectivos”, en medio de esa situación cayeron jóvenes que protestaban contra el régimen, el recordado Bassil Da Costa, eso fue muy parecido a lo que pasó con el drone, un suceso que ha sido hábilmente tapado con las acusaciones contra el diputado Requesens y Borges. / @alexvallenilla