¡Abre el Canal!

Por: Salomé Higuera-Morales…

¿Te ha pasado que piensas en alguien o en algo, o lo hablas, y aparece? El diario vivir con sus rutinas y compromisos nos vuelven máquinas, que solo aquello con suficiente fuerza, como una enfermedad, un gran pérdida en nuestras vidas o negocios, una noticia devastadora; nos puede hacer caer en cuenta de lo que realmente sentimos, pensamos, del por qué, de sus consecuencias, de la introspección. Hay quienes viven más el presente y suelen “llamarse a tierra” por voluntad propia.

Dice Muriel Santa Ana en su conferencia – Nunca vivas de rentas – que “es un lujo hacer introspección”, sobretodo… “en esta época de estridencia tóxica visual”, además, pero es posible si te das permiso de hacerlo. Palabra clave: introspección. Valdría la pena comenzar preguntándote: ¿hacia dónde estás mirando en este momento?

Durante mis vacaciones por las cercanías de mi tierra natal, pero nunca visitado pueblo de Santa Ana en Punto Fijo, estado Falcón, mi compañera de viaje y fiel creyente del evangelio me dijo: “la fe es para lo bueno y para lo malo, si crees en algo, si tienes fe en alguna situación, sucederá”. No me cabe duda.

Si lo crees o no, hacer un alto, hacer conciencia sobre lo que piensas y orientar tus pensamientos hacia una dirección concreta no es responsabilidad de otro a quien luego quieras achacarle resultados no deseados, pero mejor aún, es una excelente herramienta para lograr los resultados que tú quisieras, el asunto está en identificar que lo quieres.

Una noche le hablaba de Ángel a mi hermana, al día siguiente, como por arte de magia, escribió el señor López. Le dije: “anoche justamente hablé de ti”, me respondió: “como buena comunicadora, abriste el canal”. Desde entonces lo he convertido en una especie de grito de guerra y es algo que me repito cuando quiero que algo suceda, esa noche lo hice inconscientemente.

Ángel López, Coach de plenitud, a propósito de este artículo me comentó, “estamos todos conectados, es como si hubiera hilos de comunicación que se refuerzan, que se debilitan entre todos, pasa con el contacto físico, emocional y psicológico, hay una comunicación entre los dos extremos, es como si lo percibiéramos con antelación”. Le hice referencia a la Ley de la Atracción, “no es atraer, es conectar algo que está interno y existe, activar lo que ya está dentro de nosotros, lo que está afuera ya está dentro de nosotros”.

Hablando de conexiones, acabo de conectar inevitablemente con el pensamiento sistémico de Peter Senge, autor de La Quinta Disciplina, quien plantea para las organizaciones, que cada individuo deje de pensar solamente en su puesto de trabajo como si no guardara relación con los demás, asegura que todas las personas estánconectadas con las demás personas pero que no deben olvidar su singularidad. Todos somos un sistema, todos formamos parte de otro sistema, en entornos pequeños, los más cercanos y cerrados, pero a su vez de otros más y más grandes.

No vivimos solos en este mundo, queramos o no; lo que utilizamos, lo que necesitamos, lo que deseamos, en lo que trabajamos, nuestros cuerpos, las familias que formamos, las empresas, los canales de transporte, los medios de comunicación, nuestra alimentación, la puesta en marcha de nuestras profesiones, las celebraciones, la política, la economía, ¡todo, es un sistema!, todo está entrelazado e interconectado y nosotros como parte de ellos no podemos estar ciegos y actuar como tal en la vida.

El pensamiento sistémico aplica con la gente, con las cosas, contigo, conmigo.

Siendo así y retomando las palabras de Ángel López, de acuerdo a ”las leyes universales”, podemos estar conectados físicamente, pero también emocional y psicológicamente.

Parar, identificar que lo quieres, abrir el canal, conectar, comenzar a transitar, volver a comenzar. Al entender que somos parte de un todo, podremos comprender que hay algo que requiere estar conectado contigo, y viceversa, lo es para que los engranajes no paren, y se produzca algo, algo que seguramente traerá un beneficio para alguna o cada una de las partes del sistema.

Para abrir el canal a consciencia se requiere determinación y se prometen resultados. Ese ir y venir cotidiano, de tareas que definen un plan de trabajo para alcanzar metas, está bien, pero en ocasiones son mecánicas, planificadas para cumplirle las exigencias a alguien o a algo, y eso puede seguir estando bien, pero, ¿qué hay de ti? ¿quéhay de aquella persona que se afecta por lo que otros a su vez hacen, por lo que arrojó el sistema en el que solo unos pocos definieron sus caminos?

Y ¿qué hay de la fe en las cosas positivas? ¿ovas a dejar que los pensamientos negativos se encarguen también de abrirte el canal, inconscientemente?

¡Vamos, es hora de abrir el canal!

@salomehiguera