Por Giovanni Cegarra…
La caída de la corriente turística hacia el Estado Mérida, está a la vista de todos, sería caerse a mentiras, engañarse asimismo, decir todo lo contrario, por mucho que maquillen cifras de turistas, a sabiendas que la temporada de fin de año 2018, la de Carnaval y Semana Santa 2019, fueron super bajas, no llenaron las expectativas entre Empresarios y Prestadores de Servicios Turísticos, que no levantan cabeza y ven negra, la que se iniciará por el período vacacional de julio/agosto, parte de septiembre, en medio de la cruda coyuntura socio económica política que rasga al país a pedacitos, sin que se vislumbre luz al final del túnel.
Turismo de capa caída registra Mérida. Muchos factores influyen entre ellos, la escasez de gasolina, falla de los servicios públicos básicos, inseguridad, elevados costos de alojamiento y comida, transporte extraurbano, etc., por mucha liquidez monetaria que pudiera tener una familia, en medio de la escasez de efectivo, se arriesgaría viajar hacia nuestro Estado, ni hacer turismo interno, es la realidad país, que se carga a todos por igual, sin olvidar la ineficiente política gerencial que afloran los entes encargados de impulsar al renglón turismo como tal.
Esta ciudad y Estado, nada fácil se la tiene para la temporada turística que está en puertas, entendido que la crisis económica del país arrastra a todos y de querer intentar, atraer a la afluencia turística, por mucho que no quieran, deberán ajustar sus costos operativos que al menos inciten al visitante, viajero, turista, venirse a disfrutar sus vacaciones en nuestro Estado, claro siempre y cuando, la Autoridad Municipal y Gubernamental, dejen sus asperezas de lado, los entes nacionales encargados del suministro de los servicios públicos básicos dejen el ensañamiento con esta urbe andina, en fin, todos, sin distingos de clase y posición, trabajen mancomunadamente por el realce e impulso del turismo regional y punto.
