Al Filo de La Verdad: Ciudad Complice

Por: Giovanni Cegarra….

Tras todo un recorrido por diversos sectores, plazas, parques, sitios de recreación y sano esparcimiento, calles y avenidas de esta ciudad que dicen es “La Ciudad de Los Caballeros”, la “Ciudad Turística por Excelencia” llegué a la conclusión de que propios y extraños vivimos y convivimos en toda una ciudad cómplice, en la que cualquiera hace lo que le viene en gana, la imagen es deprimente, aunque pretenden negarlo y sus habitantes, que ya ni los buenos días dan, felices y contentos, como si nada.

Cierto esta urbe andina venezolana, esta es toda una ciudad cómplice de todo y en todo, a las pruebas me remito, sin que me quede nada por dentro y “al que le caiga el guante que se lo plante”.

Mérida es una ciudad cómplice porque aquí cualquier bota sus desperdicios a la calle o avenida como si nada, muchos van comiendo por la calle o avenida, tiran al piso su desperdicio, sin olvidar la negligencia en la recolección de la basura. Los conductores y perdonen la generalización, conducen a su antojo, cometen la mil y una infracción, se llevan por delante al descuidado, se dan a la fuga y que no decir de los motorizados que han tomado cualquier rincón de la ciudad para estacionarse aparte de conducir a su mandar y las Autoridades Viales, mirando pal cielo.

El monte invade las principales arterias viales de acceso a la ciudad ante la mirada indolente de los entes encargados de mantenerlas en perfecto estado. Muchas calles y sectores de las avenidas están a oscuras, nadie dice ni pío y ni que hablar de la inseguridad, la delincuencia común y organizada campea feliz y contenta, ya que los efectivos policiales, los que logramos ver en la calle pues celular en mano, haciendo visita y para remate, los inexplicables cortes a cada rato de la luz y agua potable, todos como si nada, en fin, estamos ante una ciudad cómplice cuyos habitantes parecen vivir ajenos a la realidad que les rodea.

No terminaría nunca  de describir todo que se observa a diario en esta Mérida, cuyos habitantes, dirigentes comunales vecinales, los de la Alcaldía del Municipio Libertador, los de la Gobernación del Estado, en fin, todos los que forman parte de su vida socio económica política residencial universitaria estudiantil empresarial comercial turística pareciera andan en otro mundo, el mundo de toda una ciudad cómplice y punto en boca.