Por: Giovanni Cegarra…
El pueblo venezolano ha dicho lo que quiere y en Democracia aunque digan lo contrario. Con todo y el despelote por las mudanzas de Centros de Votación, los venezolanos salieron a votar por el candidato de su preferencia que habrá ganado o perdido las elecciones y con todo lo que puedan decir y no decir, el gobierno se echó por el pecho, 17 Gobernaciones y la oposición 5, a sabiendas de lo que pudiera ser el resultado de la Gobernación del Estado Bolívar pero a todas estas, en frío: victoria o pérdida.
En honor a la verdad, le he dado vueltas a todo lo que hemos vivido y convivido en este país en antesala al proceso electoral del domingo 15 de octubre y no me queda otra que recordar lo que siempre decía mi difunta madre “el pueblo tiene lo que quiere y para más muestras el botón”, no hay otra para donde agarrar, el resultado electoral es de un gran análisis político, sin caerse a pasiones y palabras mediáticas que ya no tienen sentido.
En frío: victoria o pérdida, cruda real verdad en esta Venezuela de hoy.
En lo que se corresponde al Estado Mérida, indudablemente que se ha producido un cambio político que ojalá sea productivo para los habitantes de esta gran urbe andina venezolana, que necesita ser rescatada en todos los órdenes que en una u otra forma contribuyen en lo que habrá de ser su reimpulso socio económico turístico universitario político, sin retaliaciones ni distinciones de clase y posición, es el reto que tiene por delante, en la adversidad política, el nuevo Gobernador del Estado.
De pasajero en una de las unidades del Trolebús, sentí el silencio sepulcral que traían el resto de pasajeros, todos callados sin chistar nada de nada, contrario a otros días en que era todo un hervidero de comentarios, dimes y diretes, lo que me llamó poderosamente la atención ya que me imaginé habría algarabía tras el resultado electoral del domingo pero sucedió todo lo contrario y pensé en frío: victoria o pérdida, no sé, amanecerá y veremos.
