Al Filo de La Verdad: en penumbra e inseguridad

Por: Giovanni Cegarra…

Salir por la noche, a la hora que sea, en la Mérida actual, es buscarse lo que no se le ha perdido, toda vez que la ciudad acusa en sus calles y avenidas, la total oscuridad a lo que se suma la inseguridad que se vive producto de la penumbra que invade a muchos sectores de esta urbe turística juvenil estudiantil universitaria que está tirada al abandono por parte de sus autoridades municipales y gubernamentales, indolentes como el que más, que para remate se molestan porque se les canta una verdad que está ahí, de anteojito.

De parranda el fin de semana pasado, pude comprobar como la mayoría de las calles como largos trechos de las avenidas se encuentran a oscuras, da pavor transitar por la noche por la ciudad porque va uno a la caza de cualquier sobresalto cuando se le atraviese un zagaletón delincuente y hasta le quite la vida, amparado en la penumbra que invade a la ciudad aparte de que por ningún lado se observa patrullaje policial.

Recuerdo la otrora Mérida, de calles y avenidas super alumbradas, de perenne patrullaje policial a cualquier hora de la noche al extremo que se estaba pendiente de la ronda de los efectivos porque te paraban, requerían documentos, te requisaban “de cacho a rabo” pero se sentía la seguridad, se caminaba libremente a cualquiera hora nocturna, ahora “ni a palo”, la Mérida nocturna es toda penumbra e inseguridad.

Una realidad que no puede negarse, duela a quien le duela, la indolencia municipal y gubernamental está latente por doquier y “al que le caiga el guante que se lo plante”. Salir de noche en la Mérida de hoy por hoy, en penumbra e inseguridad, es todo un atentado y pese a ello, hay quienes se arriesgan a parrandear, disfrutar la noche en un centro nocturno, a riesgo propio de que al salir, caigan en manos de la delincuencia, le frustren la vida y ni para quejarse al cielo, tan real como que el sol sale todos los días así sea nublado.