Con cerca de un cuarto de plaza se dio inicio la tarde del miércoles 22 de enero al periplo taurino de la L Feria Internacional de San Sebastián 2014, en la ciudad de San Cristóbal, capital del estado Táchira, al occidente de Venezuela.
El primer festejo organizado por la Empresa Taurina «Fabio Grisolía C.A.» consistió en una corrida de rejones fuera de abono, cuyo cartel integraron los caballeros Juan Rafael Restrepo (colombiano), Iván Magro (español), José Luis Rodríguez (venezolano) y Andrés Chica (colombiano), acompañados por el novillero criollo Jesús Enrique Colombo, con astados colombianos de «El Capiro de Son Son», bien presentados.
Jesús Enrique Colombo dio apertura al espectáculo con un novillo justo de fuerzas de «El Capiro» con el que demostró valentía y el por qué de su actual sitial. Tras lograr embarcar al ejemplar por el pitón izquierdo para darle una mejor lidia con naturales destacados, fue empalado sin otra consecuencia más que la inmediata adquisición de sentido del oponente. El fallo con el acero le hizo acreedor sólo de una ovación.
Juan Rafael Restrepo entusiasmó al poco público asistente con una presentación ordenada y comedida finiquitada con un rejonazo bastante bajo de colocación, razón por la cual —quizás— no se le otorgó la oreja solicitada por el soberano. Vuelta al ruedo con petición.
Iván Magro comenzó muy bien su presentación gracias a la torería de la yegua prestada por el rejoneador merideño José Luis Rodríguez. Posteriormente no dejó detalles reseñables por la ausencia de entendimiento entre jinete y cabalgadura. Tres avisos.
José Luis Rodríguez, elegante en la monta y en la ejecución de su labor, especialmente con las farpas. Sin embargo faltó emoción y templar más las embestidas del burel. Un aviso.
Andrés Chica puso sobre la mesa lo mejor del toreo a caballo del día, con muestras de oficio y crecimiento profesional. La decisión y el buen hacer desde su salida permitieron transmisión y conexión con los asistentes, amén de evidenciar correcta ejecución y colocación de los rejoncillos de castigo. Con las banderillas se echó al público al bolsillo y lo levantó de sus asientos para recibir palmas en más de una ocasión en virtud de la variedad de las suertes empleadas durante el tercio frente a un astado bravo y colaborador, encelado a la grupa y toreado a dos pistas con facilidad y templanza. Un ligero fallo con el rejón definitivo sólo le permitió hacerse con un apéndice, mientras que los restos de «Tejedor» recibieron los honores de la vuelta al ruedo.
Los dos toros restantes fueron lidiados por colleras. La primera correspondió a Magro y Rodríguez, sin nada que resaltar. Dos avisos. La segunda desarrollada entre los colombianos Restrepo y Chica, nuevamente con variedad, entrega y compenetración, pero malamente finiquitada. Vuelta al ruedo.
Por: Oscar Fernández-Cronista Taurino
