Por: Andrés E. Mora M…
“Además de la inobservancia de los derechos humanos, la falta de escrúpulos es otra de las características que tienen en común ambos regímenes. Presumo, entonces, que de ese par de infelices coincidencias nace el punto de encuentro para desarrollar las excelentes relaciones diplomáticas que poseen hoy por hoy”, le señala a Incredulina – su esposa – un convencido Ingenuo Sinduda, refiriéndose a los gobiernos de Rusia y Venezuela.
“Evidentemente ʻlos burros se buscan pa’ rascarseʼ. ¡Eso está de anteojito!”, expresa con una amplia sonrisa la persona que – por casi 40 años – ha sido la pareja sentimental del profesor jubilado de la ULA.
“¡Totalmente de acuerdo!”, expresa Ingenuo. “La violación de los derechos humanos en Rusia y en Venezuela es incuestionable. En la tierra que vio nacer a Putin es un mal endémico y en mal endémico se ha convertido durante los últimos 17 años en la tierra que – algunos dicen, sin ninguna prueba irrefutable aun – vio nacer a Nicolás”, expresa sin titubeos Sinduda. “Detrás de la fachada humanista del panfletario y populista ʻSocialismo del siglo XXIʼ se encuentra el supremo objetivo revolucionario: la conculcación de las libertadas ciudadanas alcanzadas, con todo y sus imperfecciones, en los 40 años de democracia de la mal llamada cuarta república. Y así lo demuestra – además de los prisioneros de conciencia que actualmente oscila alrededor de 100, junto con casi 2.000 más que al presente se encuentran privados de derechos constitucionales mediante procesos judiciales politizados – el hecho que más de 1.000 personas hayan sido despedidas de entes gubernamentales (Seniat, Corpoelec y la Policía Nacional Bolivariana, entre otros) por haber ejercido el derecho constitucional de solicitar el referéndum revocatorio”, señala el de la capital. “Asimismo, el vergonzoso carácter autoritario de la administración Nicolás- Padrino se evidencia aún más, cuando entre las víctimas se encuentran mujeres embarazadas, madres en período de lactancia y dirigentes laborables con fuero sindical ¡Eso sólo es posible en totalitarismo!”, enfatiza el nacido en la popular parroquia caraqueña de Santa Rosalía.
“¡Y tanto que se jacta este desgobierno de la cacareada inamovilidad laboral!”, interviene Incredulina. “Aterra el silencio del Defensor del Pueblo ¿Será que para él esa situación es irrelevante?”, pregunta la señora Sinduda.
“Él no debería pasar por alto el hecho que, el 4 de mayo, el diputado Diosdado Cabello amenazara con despidos masivos a los trabajadores de las instituciones de Gobierno que estamparan su firma para salir constitucionalmente de Maduro”, se responde en voz alta a sí misma la señora Sinduda.
“Precisamente esa es la falta de escrúpulos a la que me refería inicialmente”, le dice Sinduda a su mujer. “Así como el recientemente descendido a número tres del régimen – el Capitán Cabello – no tuvo el menor recato para hacer pública su amenaza y – presuntamente por lo sucedido – la administración pública tampoco lo tuvo para ejecutarla, así mismo este personaje cuando dirigió como un cuartel a la AN en el pasado período legislativo, el más oscuro en la era democrática, no tuvo escrúpulos para, contra viento y marea, llevar a cabo el – a todas luces – inconstitucional proceso que desembocó en el nombramiento de los 34 ʻmagistrados exprésʼ, 13 principales y 21 suplentes”, explica Ingenuo.
“Actitudes inescrupulosas las tiene con frecuencia también el régimen que encabeza Vladímir, el pana de Nicolás en el gigante euroasiático”, comenta Ingenuo. “Fíjate que a partir de la emisión del documental «Secreto oficial: Dopaje. Cómo Rusia crea a sus ganadores», que la emisora de televisión alemana ZDF/ARD transmitió el 02/12/2014, se puso al descubierto la trama sistemática de dopaje en aquel país”, le indica Sinduda a su consorte quien – como él – es amante del apasionante mundo deportivo. “La denuncia plasmada en ese programa se convirtió en una enorme bola de nieve que se llevó por delante a todo lo que encontró a su paso incluyendo – por supuesto – la participación del atletismo ruso en Río 2015. Así lo determinó el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) al anunciar – hace dos días, el jueves 21 de julio – haber rechazado la apelación del Comité Olímpico Ruso (COR) y de 68 atletas de esa nacionalidad que pedían participar en las XXXI Olimpiadas, tras la suspensión que le impuso a la Federación Rusa de Atletismo (FRA) la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) a causa del escándalo de dopaje”, detalla el catedrático.
“Tengo entendido que en esa decisión pesó mucho el informe independiente encargado a Richard McLaren, profesor de derecho deportivo de la Universidad de Ontario (Canadá)”, comenta ella. ”Ya en un informe previo, de fecha 09/11/15, la Comisión Independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) recomendó excluir a los atletas rusos de los Juegos Olímpicos de este año. El 13/11/15 al tomar en cuenta la recomendación, la IAAF decide suspender a la FRA y el 17/06/16 ratifica la decisión”, apunta Incredulina
“Efectivamente mi vida bella”, expresa Ingenuo apoyando lo dicho por su adorable compañera de vida. “La AMA hizo público, el 18/07/16, el informe McLaren en el que se señala, sin ambages, la actuación fraudulenta del Ministerio de Deporte ruso, junto al Servicio de Seguridad de la Rusia Federal (FSB) y el Centro de Preparación de Deportes de los equipos nacionales (CSP). Apoyándose en los laboratorios de Moscú y Sochi, los encargados de analizar las pruebas de los últimos Juegos de invierno Sochi-2014, habrían manipulado las muestras de los deportistas rusos para que no dieran positivo”, informa Ingenuo. “Sin embargo, el informe sobre las manipulaciones va más allá de esos Juegos y afectaría a casi todos los deportes. Por ejemplo, las muestras manipuladas en atletismo serían 139 y 119 en halterofilia. Incluso en los deportes paralímpicos se acercaría a 40”, añade Sinduda.
“Esas conclusiones son lapidarias para el deporte ruso. De tal manera que es muy probable que el próximo 24 de julio el COI decida extrañar a toda la delegación rusa de Río 2016”, opina Incredulina.
“Es lamentable para el pueblo ruso que su inescrupuloso gobierno – entre 2011 y 2015 – haya ejercido el denominado dopaje de estado al – entre otras cosas – convertir el laboratorio llamado a combatir el dopaje, en un instrumento para permitirles a deportistas incursos en esa práctica superar los controles. De la misma manera, es lamentable para el pueblo venezolano que la carencia de escrupuloso del gobierno haya convertido al TSJ, el que se supone es el máximo órgano del sistema judicial de Venezuela, en una inútil y servil institución que lejos de dirimir situaciones apegada a la constitución y las leyes, lo hace de espalda a ellas convirtiendo a la inconstitucionalidad en el salvavidas de un gobierno ahogado en su propia incompetencia e ineptitud”, considera el merideño por adopción.
“La estupidez del estado ruso privó a sus atletas de participar en la magna cita del deporte mundial, asimismo le robó la oportunidad a sus conciudadanos – y al resto mundo – de disfrutar de la actuación de uno de los grandes protagonistas del olimpismo internacional. Por su parte el abuso inescrupuloso y desmedido del gobierno venezolano – con el apoyo irrestricto de los genuflexos poderes moral, electoral y judicial – ha privado al pueblo venezolano de democracia, bienestar, progreso, futuro e ilusiones. Esos gobiernos ¡Qué par de joyitas son!”, exclama Ingenuo.
(٭) Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo
aemora@gmail.com, @amoramarquez
