Calles sin nombre, destinos inciertos

Nuestra hermosa ciudad de Mérida,  aquella ciudad de cumbres nevadas,  calles nubladas y  donde la cordialidad de la gente era motivo de admiración. Es una lastimas que aquellas calles que acogieron a felices transeúntes, vendedores ambulantes y muchos turistas, se encuentren devastadas por el abandono, uno de los aspectos más sorprendentes es la falta de señalizaciones públicas en las fachadas del centro de la ciudad, las que refieren al nombre y número de casas, calles y avenidas junto con las flechas que indican el sentido del tránsito.

Dichas señales permiten a los merideños y sobre todo a los visitantes, poder orientarse en la ciudad y transitar con seguridad; estas han venido siendo a lo largo de los años destruidas por el tiempo, sustituidas por los letreros de los comercios o simplemente inexistentes; cualquier sea la causa la Alcaldía o Gobernación del Estado han hecho caso omiso, de la necesidad de reposición de estos nombres y señales.

Las fachadas de las casas y edificios del casco central de Mérida, han sido invadidas por la anarquía de los comercios, ya que el gobierno no hace cumplir las regulaciones, los anuncios rompen por completo con la armonía del lugar y además han borrado muchas de estas placas sobrevivientes.

Mérida fue un destino de altura, aprovechándose de la geografía para este eslogan, recibía una gran parte del movimiento turístico de nuestro país; pero conforme pasa el tiempo la infraestructura ha perdido la posibilidad de acoger a los foráneos, sumando todas las demás complicaciones, el hecho de que no existan señaléticas en las calles, no permitirá que los visitantes puedan ser autónomos en sus recorridos, además de ser vital para la vida de los merideños. Sofía Armand –Practicante Unica