¿Sabían ustedes que el aire que respiramos en la Tierra tiene el grosor de una pincelada de barniz sobre una pelota de basquetbol?
He aquí unos consejos prácticos.
Un árbol sano purifica el aire que respiramos dándonos el oxígeno necesario. Cuidémoslo.
Trae la lluvia en el momento necesario, equilibra la temperatura y promueve el riego de la tierra. Cuidémoslo.
La pérdida de vegetación y bosques causa degeneración en la nutrición de la tierra y sembradíos. Cuidémoslo.
Es de gran beneficio plantar árboles. Incluyendo los frutales. También en plantar flores, no solamente por su belleza natural, forma y colorido, sino el perfume que emanan y por ende, sólo al contemplarlos en un hermoso paisaje o nuestro jardín nos otorga esa tan necesaria paz y alegría de vivir. Cuidémoslo.
Cuando tenemos algún problema o angustia, pasear entre flores y árboles nos calma la mente y el espíritu se renueva, pudiendo aportar las soluciones necesarias. Desarrollémoslos.
Se recomienda plantar árboles y flores alrededor de hospitales y clínicas, orfanatos, hoteles, restaurantes, escuelas, oficinas, industrias y residencias. El efecto en el subconsciente es casi inmediato.
Manos a la obra. Merecemos una mejor vida para todos.
Valentin Alejandro Ladra
