Representantes de CÁRITAS, acción social de la Iglesia, presidida por su Eminencia Baltazar E. Cardenal Porras Cardozo, presentaron un informe de la situación crítica de hambre que viven muchos niños venezolanos en todo el país ocasionándoles desnutrición aguda.
En los estudios realizados por un personal profesional calificado, se pudo constatar la triste y dura realidad de menores de 5 años de edad en estado crítico de desnutrición, que les ocasionará daños irreversibles si logran sobrevivir. Entre los estados más afectados están los siguientes : Zulia, Vargas y Miranda.
El proyecto S. A. M. A.N (Sistema de Alerta y Monitoreo de Alimentación y Nutrición), presente en las comunidades, cuida de estos niños y población en general no solamente dándoles charlas y orientación, sino asistencia médica, alimentación y nutrientes que los ayude a superar su situación.
En estos momentos en Venezuela, Saman es la única institución que está atendiendo desde la Iglesia Católica las necesidades y clamores de nuestra gente. Por tal motivo nos duele cuando se les colocan muros o trabas en el camino para impedir su desenvolvimiento laboral y misional.
Nos comentaban los expertos que se han encontrado con realidades familiares muy difíciles como el caso de la madre de familia que no se está alimentando para darle de comer a sus hijos, o la otra madre que envía a sus hijos a casa de otros familiares que les den comida o el caso más insólito donde la madre le comunica al padre de sus hijos que ni se asome en el momento de comer porque hay comida sólo para el niño o los niños que tengan.
Esto está desmembrando a nuestra familia venezolana y todo esto sin nombrar todos los casos de los padres y madres de familia que han dejado a sus seres queridos en Venezuela solos para irse a otro país, incluyendo los hijos que desde hace mucho tiempo se fueron.
Que todo esto nos sirva de reflexión para que sigamos apoyándonos los unos a los otros, compartiendo lo mucho o poco que Dios nos haya dado. Hagamos actividades en nuestras comunidades que nos permitan conocer los casos más urgentes y prioritarios de niños y ancianos. Nuestros grupos de apostolado deben unirse a ésta gran misión por nuestros niños venezolanos y la familia en general, sin distinción de ningún tipo sin excluir a nadie, sino haciendo lo que Cristo haría en estos momentos por sus hermanos venezolanos. Que Dios nos bendiga siempre junto a nuestras familias venezolanas.
Desde la CEV. Pbro. Luis Enrique Rojas Ruiz.