El sistema agroalimentario venezolano entró en crisis a partir de 1999 cuando llega al país el régimen chavista, que entre ese año y el 2016 ha afectado bajo figuras como la expropiación, más de seis millones de hectáreas productivas, y han sido confiscadas grandes cadenas de distribución, supermercados y algunas de las empresas agroindustriales más antiguas del país.
Así lo explicó Carlos Ramos, economista, ex diputado y candidato a la Gobernación de Mérida, quien recordó que el abastecimiento en nuestro país ha estado determinado por la vinculación del sector agroalimentario al sistema agroalimentario internacional, que en la práctica se tradujo en una gran dependencia de importaciones de materias primas para su procesamiento agroindustrial.
“La producción nacional per cápita ha venido descendiendo en forma continua en muchos rubros como la carne, la caña de azúcar, frutas, raíces y tubérculos y también se vino abajo el pequeño repunte que hasta el 2008 habían tenido los cereales, huevos, pollos de engorde y cerdo”, aseguró.
De acuerdo a Ramos, las empresas agroindustriales y los productores practican afanosamente una “gerencia en crisis”, revisando casi diariamente sus tácticas, negociando con el gobierno bajo un clima de intimidación y amenazas, y gastando mucho más de los debido, para cumplir con la permisología derivada del paquete de leyes destinado a erosionar al sector privado.
“Tenemos urgentemente que adaptar nuestro agro sistema a las características físico-geográficas de cada una de nuestras zonas de vida -señaló Ramos- para ahorrar esfuerzos y dinero en enmiendas al suelo y subsidios energéticos que sólo han conseguido degradar más nuestros suelos, aguas, aires y, en general, nuestro ambiente”.
A su juicio, también debemos estudiar de las cadenas agroalimentarias, y esto se puede lograr articulando los subsistemas agrícolas alrededor de cada rubro hasta llegar al consumir final. Estas cadenas las conforman los proveedores de insumos, el sistema de producción, las procesadoras de alimentos, el comercio de productos frescos y procesados, el comercio exterior y el consumidor final
Prensa Carlos Ramos
