Saludos Amigos,
Heinrich Heine, el gran poeta alemán del siglo XIX, afirmaba: “La música comienza donde terminan las palabras”. Es cierto, la música no dice nada, no describe nada. Las palabras se dirigen hacia el espíritu, la inteligencia humana, mientras que la música halaga el corazón, el alma del ser humano. La música no dice nada porque tiene el don fantástico de sugerir y su fuerza evocadora es infinitamente más sensible y poderosa que cualquier palabra.
Razón por la cual las fiestas del fin de año se nutren de música, de baile. Intercambiar las sempiternas fórmulas de deseos entre nosotros es generoso, cariñoso e indispensable. Pero, necesitamos unirnos y evadirnos en la magia de las ondas musicales para olvidar el peso de la realidad cotidiana y entrar en el mundo de la euforia, del abandono, del placer.
Cada país celebra el fin de año con su cultura y sus tradiciones locales. Viena, la capital austriaca, lo hace a través de un evento musical mundial, que demuestra el sitio que la música ocupa en la sociedad vienesa. De hecho, la prestigiosa Orquesta Filarmónica de Viena, la mejor embajadora del país, retransmite en la televisión su concierto del primer de enero en más de 90 países, delante de un público de 50 millones de oyentes!
El primer concierto tuvo lugar en 1939 bajo la dirección del gran maestro Clemens Krauss y desde 1959 los conciertos son difundidos por la televisión. Desde 1980, los mejores directores del mundo, elegidos por los miembros de la orquesta, se prestan a esta manifestación un poco mundana y teatral, que permite escuchar la música clásica en una hora de gran audiencia (11:15 a.m.)
Pero este año, Venezuela va palpitar en unión con este evento. El joven maestro Gustavo Dudamel, el prodigio Venezolano de la batuta, ha sido invitado a dirigir este concierto tan prestigioso. Al invitar al primer maestro latino y el más joven de la historia de estos conciertos, la Orquesta Filarmónica de Viena envía un formidable reconocimiento mundial a Gustavo, no solamente por su tremendo talento, sino también por su versatilidad musical y su capacidad de abrirse a todos los repertorios académicos, clásicos. Ser reconocido por la orquesta más emblemática de Europa, que de cierta manera representa el corazón del alma musical europea, es una alegría, un orgullo sin palabra para un músico, y sobre todo para un director tan joven.
Aunque Dudamel se complace en difundir el sabor latino en Europa, el programa de este primero enero 2017 respeta la perfecta tradición musical vienesa de estos conciertos (http://www.wienerphilharmoniker.at/neujahrskonzert/neujahrskonzert-main)
Cada año, la orquesta celebra el genio de la familia Strauss. La dinastía Strauss (Strauss Johann padre, Strauss Johann hijo y sus hermanos Josef y Eduard) ha reinado durante la mayor parte del siglo 19 en la vida musical vienesa, gracias al milagro encantador del Vals que ellos exportaron al mundo entero, hasta Boston en los Estados Unidos. La música, como el vino, saca su sabor de la tierra y de la época que la produce. El Vals nació en un momento de la historia donde una vieja civilización había alcanzado el pico de su dulzura. En sus mejores éxitos, como por ejemplo el vals “El Bello Danubio Azul” o “El Vals del Emperador”, dicha danza es quizás la descripción de la felicidad más aguda que jamás el arte ha alcanzado.
“Paradójicamente, esta música no es tan alegre. Un velo de desencanto flota en sus melodías más soleadas, y su dulzura expresa a veces cierta melancolía. Aunque el baile sea el abrazo arremolinado de los cuerpos, la música no inspira el abandono de los sentidos. Ella pone el acento en la gracia y se queda pensativa en el centro del placer. Es en esta fusión del sensual y sentimental que el vals vienés expresa y crea un estado de felicidad duradera, de alegría mesurada.” (Hans Fantel)
A continuación, les dejo algunos ejemplos de la Viena musical eterna, llena de optimismo y sentimentalidad, con unos valses y otras danzas típicas, como por ejemplo la Polka, de origen de la región de Bohemia.
A todos ustedes, queridos amigos, les deseo un feliz año nuevo 2017, prospero, con mucha felicidad y paz, con mucha fe y pasión en la música que siempre nos eleva, nos enriquece profundamente.
Hasta luego!
PD: Este concierto del 1 enero de 2017 estará disponible en pocos días en Youtube.
Christophe Talmont
Director de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Los Andes.
-Josef Strauss “Sphärenklange Walzer”
Johann Strauss “an der Schönen Blauen Donau”
-Csárdás aus der Oper “Ritter Pásmán”, Op. 441
-Johann Strauss II “Tritsch Tratsch Polka Chit Chat” Polka, Op 214
-Johann Strauss “Radetsky March”
