Estallan los bombillos, electrodomésticos se queman, la comida se pierde pese a estar en neveras o frigórificos, sistema bancario caído, no funcionan los puntos de venta, sin servicio de telefonía fija ni móvil e internet, calles y avenidas a oscuras, etc., gracias a los sucesivos bajones y cortes del servicio de energía eléctrica, el cronograma de racionamiento por 30 días, dado a conocer por Corpolec, no se cumple, como debe ser.
Corpolec se burla de los merideños, a su antojo, el horario del cacareado Plan de Racionamiento, no se ajusta a lo publicado, ni respetado el horario estipulado para las diversas Parroquias de los 23 Municipios del Estado Mérida, es evidente que la susodicha Corporación del Estado, refleja una flagrante ineficacia gerencial que raya en la paciencia que pudiera tener cualquiera en esta urbe andina, cuyos habitantes están a la buena de Dios, alumbrándose a duras penas con un vela, que para colmo de males, una unidad pequeña tiene un valor de 1.500,oo Bs. S (Giovanni Cegarra, GC. CNP. 2229).
