El tema de la deserción estudiantil, profesoral y de personal administrativo y obrero en la Universidad de Los Andes fue analizado con mayor profundidad en la última sesión del Consejo Universitario de la institución, celebrado este lunes 19 de febrero, en la cual se presentó un informe por la comisión designada para esta situación que viven los universitarios.
Cumpliendo con esta asignación de los consejeros universitarios en semanas anteriores, sobre un estudio más riguroso de la realidad actual de la comunidad universitaria ante la crisis del país, que ha generado muchos cambios socioeconómicos, el máximo organismo de decisiones de la ULA solicitó a la comisión designada, encabezada por el profesor Franklin Rivas, coordinador del Rectorado, y conformada por los directores de Asuntos Estudiantiles (Daes), Asuntos Profesorales (DAP), de Personal y de la Oficina de Admisión Estudiantil (Ofae).
En el área estudiantil, el director de la Ofae, Erick Muñoz, expuso ante el Consejo Universitario que el número de deserción estudiantil es aproximado en un 20 por ciento, en lo que corresponde al año 2017, aunque existen algunas carreras que no han culminado este período académico. Significó que en los registros del 2018, el número de deserción es de 30 por ciento en menos de un mes, de acuerdo con las pocas carreras que tuvieron su proceso de inscripción para este nuevo período.
Muñoz indicó que se hizo un análisis de las inscripciones en un periodo de 10 años (2008-2018), en los que se destaca un registro importante entre el 2012 y 2015, pero a partir de allí, hasta el 2018 existe una disminución de la matrícula estudiantil en un 22 por ciento. En los registros también se toma en cuenta a los bachilleres que no se inscriben en el siguiente período académico, así como los que retiran materias, entre otros aspectos.
Por su parte, la directora de Personal de la ULA, María Cecilia Ramírez, en su análisis presentó el significativo número de renuncias entre los años 2012 y 2017, dijo que por ejemplo, en el 2012 solamente se contabilizaron 11 personas que renunciaron, número que para el 2107 se incrementó a 120. Destacó que las proyecciones siguen creciendo en los últimos meses y para finales del 2018 podría superar tres veces más la última cantidad señalada.
En cuanto a los docentes, el profesor Jean Dulhoste, director de la DAP, describió también en gráficos porcentuales el número de renuncias de estos. Al respecto dijo que no son altos pero es importante destacar que en facultades específicas, como la de Ingeniería, se ha ido un número considerable de profesores tanto instructores como titulares, estos últimos por la vía de la jubilación.
El director de la Daes, Marcos Pino, por su parte hizo énfasis en el concepto de ausentismo estudiantil cuyas proyecciones sí se reflejan en un número alto, alrededor de un 60 por ciento, señaló que esta falta de estudiantes se puede percibir en las clases, en el registro de los beneficios estudiantiles y en el mismo comedor universitario.
El profesor Franklin Rivas, coordinador del Rectorado de la ULA, resumió este informe señalando que en los últimos tres años la deserción, término más aceptado por la comisión, ha crecido significativamente y lo preocupante del tema es analizar también la calidad académica de quiénes se van.
El rector de la ULA, Mario Bonucci Rossini valoró este primer informe presentado por la comisión y consideró efectuar algunos estudios más profundos, específicos, que puedan llevar a elaborar un documento y gestiones de gran importancia para la universidad, tanto en lo académico como en lo administrativo, producto de este informe que los “va a obligar a transitar nuevos caminos”.
Los consejeros reconocieron que este trabajo no es “nada sencillo” y que ha dejado unos primeros insumos que podrán seguir siendo analizados en las facultades y núcleos universitarios, con el propósito de darle continuidad a estos informes sobre la realidad que vive la universidad en materia de deserción y renuncias de los miembros de su comunidad. Esperan seguir discutiendo esta problemática que genera preocupación por parte del Consejo, que es el reflejo de lo que acontece en el país. (José Ramón Dávila / CNP 10.692 / Prensa ULA)
