El Diputado a la Asamblea Nacional (AN), Williams Dávila, asistió este miércoles a la sede la Nunciatura Apostólica ubicada en Caracas. Allí, junto a los también parlamentarios Edgar Zambrano y Óscar Ronderos, consignó un documento donde -a propósito de un acuerdo de regocijo dirigido a comunidad católica venezolana por la canonización de los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II en la AN, aprobado por la AN- se informa a la Iglesia sobre el recrudecimiento de la represión gubernamental a la protesta pacífica que se ha experimentado en el país durante las últimas semanas.
“Me preocupa el grado de represión existente contra los estudiantes en un momento en donde, eso que el gobierno llama Guarimbas, a veces son expresiones de defensa de los ciudadanos contra grupos armados irregulares protegidos por el propio gobierno. El nivel de represión es inaudito y pone en evidencia el camino autocrático sin retorno que escogió Nicolás Maduro”, señaló el parlamentario al entregar el documento al Nuncio Apostólico de Venezuela, Aldo Giordano.
En el acuerdo, que fue propuesto la semana pasada por Dávila en la plenaria de la Asamblea, se destaca el papel histórico de los ahora Santos Juan Pablo II y Juan XXIII. Dos líderes de la Iglesia Católica que, en su criterio, encarnan los ideales de lucha por la dignidad humana, la libertad y la justicia social que hoy día están vigentes para quienes trabajan por rescatar el sistema democrático en Venezuela. Sobre este particular Dávila también recordó al Nuncio la importancia que tiene para los venezolanos que se canonice a José Gregorio Hernández.
“Reconocemos el rol de la Iglesia, por ello pedimos que interceda en la situación de los presos y exiliados políticos. Exigimos una comisión de la verdad transparente, presidida por una persona ajena al mundo de la diatriba política e integrada por profesionales avezados en materia de derechos humanos, que puedan garantizar la búsqueda de la verdad y no una conformada por la tiranía de la mayoría que opera dentro de la AN. Diosdado Cabello no garantiza la protección ni la seguridad de los diputados dentro del hemiciclo del parlamento, por lo que mal puede garantizar la búsqueda de la verdad en el caso de los asesinatos ocurridos después del 12 de febrero”, expresó el representante parlamentario del Estado Mérida.
La paz es imposible si existe represión escasez, inflación, inseguridad e impunidad
El dirigente de Acción Democrática dijo que por mucho que se busque la paz del país, será imposible conseguirla mientras continúe una crisis donde la escasez, la inflación, la inseguridad y la represión son los principales protagonistas, indicando además que a todos estos perniciosos elementos se une el de la impunidad. Esto último ha sido experimentado por Dávila en carne propia, dado que aún espera una investigación por las agresiones de las que fue objeto dentro de la AN el 16 de abril del año pasado, cuando un parlamentario de la bancada oficialista le arrojó un micrófono que le impactó en la zona ocular del rostro.
La Asamblea Nacional está en deuda con el país
El Diputado recalcó además que, desde la bancada parlamentaria de AD, se presentó un completo informe donde se aboga por el regreso de todos los exiliados políticos al país, así como por la liberación de quienes están pagando cárcel por razones políticas. De igual forma, allí se detallan casos emblemáticos de violaciones a los Derechos Humanos, como las producidas durante la huelga de hambre y posterior fallecimiento del productor agropecuario Franklin Brito.
No obstante, Dávila finalizó su visita precisando que la Asamblea Nacional hoy se encuentra bajo un estado de “paralización”, en tanto asume que el órgano legislativo “ha debido jugar un rol mucho más activo en la solución de la crisis política. Esto demuestra el nivel de sumisión del poder legislativo frente a Miraflores, lo que se traduce en una ausencia de control de la administración pública y en la inexistente producción de leyes útiles para el pueblo y para la defensa de la Soberanía Nacional”.
