!Efemérides del profesorado¡

Por: Ramés Uribe…

Hace apenas unos días se comentó la celebración del día del profe universitario con sus bemoles pertinentes en un artículo del autor, intitulado “ profesorado universitario empoderado” . Ahora corresponde hacer lo propio, seguir la brecha educadora, el camino angosto pero fructífero del conocimiento, esta vez en el resto del sistema educativo venezolano. Una de las fortalezas más sólidas de los educadores todos; sean del magisterio, la universidad, el sector privado o la capacitación profesional, es el móvil del ideal de progreso espiritual y material del pueblo por medio de su accionar. Este hecho indiscutible es sobremanera el leitmotiv de la tarea docente aunque de alguna forma, este noble ideal se trunca por las debilidades que presenta este gremio profesional tan superimportante como necesario en la sociedad actual y la antigua.

Este handicap se encuentra presente, por ejemplo, en la gran proliferación de sindicatos de docentes y sus respectivas pugnas entre ellos, la distancia que guardan entre sí por sus intereses contrapuestos, la falta de solidaridad gremial, entre otros. Se dispersan y diluyen los esfuerzos, porque los pedagogos van por un lado, los Licenciados en Educación van por otro sendero, etc. Es de destacar que los gremios de trabajadores (obreros), aunque parezca increíble son más solidarios entre ellos que las corporaciones de los mismos profesores. Claro que eso no es todo porque los primeros obtienen mayores logros que los segundos. Hay que aprender de esta solidaridad gremial que no discrimina entre trabajadores, tildándolos de primera, segunda o tercera categoría, pues todos son trabajadores y punto. En cambio en educación hay profes virtualmente “tercerizados” y por ende discriminados, como fue señalado en el texto citado.

Como en otros temas tratados, se considera casi necesario, mostrar algún aporte más o menos significativo ante una porción de la problemática del profesorado venezolano, aparte de la reflexión obligante, y en este sentido, Roberto Zapata G. (2009), eminente especialista criollo, apunta que la ética es la tarea fundamental de la educación porque a través de ésta se puede emprender progresivamente la moralización tan vapulea por la crisis de valores. Por tanto los educadores todos están en la obligación de reimpulsar este tema  rezagado o hasta olvidado de las escuelas y de otros espacios sociales. Esta aseveración no es nada nueva pues, históricamente, este ha sido uno de los fines educativos, explícitos o no. Así, el docente comienza su trajinar maravilloso con una ética profesional, emanada por la Carta Magna, que dicho sea de paso, todo profesional tendría que contar con ese sentido de la eticidad. Es más, toda la sociedad entera se podría encarar en la tarea educativa para apoyar efectivamente la ardua e ingrata labor del educador profesional de nuestros días, como parte de una ética social. La sociedad educativa podría denominarse. Todo mundo educando, enseñando, con todo recurso disponible, sean libros, iphones, tablets, minilaptops, creyones, balones y mucho corazón y bondad. En suma enseñar con AMOR, tal como afirma el honorable docente, filósofo de la ULA, Rómulo Perdomo Márquez, en su obra “ Cómo enseñar con base en principios éticos”.

Los educadores tendrían en el siglo XXI un perfil, como ya se planteó en el artículo mencionado y que se resume en ser profesional altamente competente en imbuido en diversas profesiones no-docentes, como las de artista , filósofo, científico, técnico, psicopedagogo, sociólogo, entre otras. Asimismo hay que completar al docente con las cualidades especiales de suma paciencia, muy tolerante y dedicado.  Por si esto fuera poco, Alvarez (2002), propone otras características del perfil educativo siguientes: crecimiento personal, vocación, compromiso, disciplina, sentido ético, sensibilidad social y conciencia ecológica.    

Sin intentar para nada desanimar a los aspirantes a estudiar educación como carrera universitaria, o los profesores(as) que se inician, pero siendo honestos, hay que afirmar que tamaña y descomunal exigencia para ejercer como profe, nos indica a las claras que esta profesión fundamental para la sociedad actual, es supremamente compleja y dificilísima. Como dice el pensador español, Fernando Savater, en su magnífico libro “ El valor de educar”,  la educación es también un acto de coraje, un paso al frente de la valentía humana. Cobardes o recelosos, abstenerse. Por eso en los países industrializados, éste intelectual es seleccionado rigurosamente, muy bien remunerado, admirado y estimado por todos; gobiernos y ciudadanos. No como ocurre en nuestro país donde muchos docentes ingresan al magisterio sin concurso de credenciales, sino dedocráticamente, por obra y gracias del carnet del partido de gobierno de turno. ¿Así se pretende desde la educación erradicar la corrupción y tantos otros males que aquejan a la sociedad venezolana?.

Por último, otro ingrediente para aderezar y mejorar   la capacidad de educar es la unificación de los distintos gremios educativos para impulsar mayores logros frente a un Estado omnipotente y arbitrario en las políticas educativas, en la distribución del presupuesto y la riqueza menguada del país. Un solo sindicato el de los profes y así seguramente todo marcharía supremamente en el quehacer docente del país.

Por ello y más otra vez exclamamos: ¡ Qué vivan los(las) profesores(as) !.  

Ramsés Uribe, profesor Nuvm de la ULA.

Correo: ramaseum@yahoo.com

Twitter: @ramthalneo

Imagen artística: autor: Ramsés Uribe