Por: Andrés Mora Márquez…
La reciente Final de la NBA, en la que los Spurs de San Antoniovencieron al Heat de Miami, promedió 15,5 millones de espectadores, y 18 millones para el último partido. La Serie Mundial del año pasado tuvo una media de 14,9 millones, y 19,2 millones vieron a los Medias Rojas de Boston vencer a los Cardenales de San Luis en el último juego. Por su parte, el récord de audiencia de televisión en Estados Unidos para un partido de futbol son los 24,7 millones que sintonizaron el 24 de junio el Estados Unidos-Portugal de la primera fase, cifra esta que igualó a la alcanzada durante la Final del Mundial Suráfrica 2010 entre España y Holanda. Sorprendentemente, este encuentro superó en un 37,2% al pico de mayor audiencia de la final 2014 de la NBA y en un 28,6% al de la Serie Mundial 2013, eventos estos que se programaron para que coincidieran con el horario de mayor rating o máxima audiencia, aquel en el que más personas están en casa. Circunstancias muy diferentes a las que rodearon al juego de balompié el cual se desarrolló a partir de las 5 pm hora del este de los Estados Unidos, muy lejos de ser un horario estelar en el gigante norteamericano.
Se calcula que 21,6 millones de personas en Estados Unidos vieron por televisión el partido de Octavos de Final de la Copa del Mundo en el que Bélgicaeliminó, el pasado primero de julio en el estadio Arena Fontenova, a la selección norteamericana. Según lo señalado al día siguiente por la empresa Nielsen – especializada en medir estos parámetros – 16,5 millones de espectadores vieron el partido a través de ESPN, y 5,1 millones más lo hicieron en la cadena en español Univisión. Además, cerca de 1,7 millones lo siguieron por internet. Es importante señalar que este partido inició a las 4 pm, hora del este de los EE. UU., un horario menos favorecedor aun que el Portugal-Estados Unidos. De ninguna manera asombra, entonces, lo dicho por ESPN “la audiencia total de la Copa del Mundo Brasil 2014 es un 44 por ciento superior a la de Sudáfrica 2010”.
A esa audiencia “in crescendo” le debemos agregar el protagonismo épico de Tim Howard – que tanto cala en la sociedad norteamericana – en el último desafío mundialista del equipo de las barras y las estrella en donde implantó una nueva marca de salvadas – con 16 – para un arquero en un Mundial. La euforia y el orgullo de los estadounidenses ante la gesta de su portero ha sido tanta que incluso la página web de la Casa Blanca ha recibido una petición formal para cambiar el nombre del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington para que lleve el de Tim Howard, por “haber demostrado ser un tesoro nacional”.Ante todos estos hechos no nos queda duda que Brasil 2014 es el mundial que se enganchó en el corazón estadounidense y puede representar el punto de inflexión del desarr5ollo del “soccer” en ese país.
(٭) Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo
aemora@gmail.com, @amoramarquez
