El Big Ben Deportivo: Desvergüenza Cooperante

Patriota-cooperante 1

Por Andrés E. Mora M. (٭)…

“Muchos de ellos, por complacer a tiranos, por un puñado de monedas, o por cohecho o soborno están traicionando y derramando la sangre de sus hermanos”.
(Emiliano Zapata, 1879-1919, Revolucionario mexicano).

“Los regímenes totalitarios, autoritarios y militaristas, tanto de derecha como de izquierda, han sabido valerse de estos tristes y grises personajes quienes, una vez utilizados, son desechados como podredumbre humana que no tiene más valor para su uso”, escribe Juan Guerrero en su artículo ‘El patriota cooperante’ que lee en silencio y con mucho interés nuestro buen amigo Ingenuo Sinduda, aquel profesor jubilado de la ULA que nos permitió compartir con él las peripecias que vivió en el Mundial FIFA Brasil 2014. “Amor, que tristeza e indignación me produce el hecho que El Universal se haya desdibujado a tal punto que, una vez más, recurra a la censura negándose su “Consejo Consultivo”, suerte de censor interno, a publicar este interesante artículo la semana pasada” le comenta un irritado Ingenuo a Incredulina, su compañera de siempre. “Debe ser que El Universal es ahora un diario cooperante y el Consejo Consultivo su brazo ejecutor”, dice cándidamente ella para preguntar luego, “¿cómo te enteraste del artículo?”. “Vía redes sociales”, responde él.

“La figura del ‘patriota cooperante’ no se encuentra establecida en nuestra legislación y sin embargo, con la mayor desfachatez y caradurismo, la mayoría de los tribunales de control que conocieron de allanamientos y detenciones a raíz de las protestas que se iniciaron en febrero de este año sustentan los expedientes con la información suministrada por estos individuos. Es una aberración que las declaraciones y señalamientos que respaldan los expedientes provengan de personas no identificadas, ni siquiera, bajo un nombre falso. Que el anonimato e ilegalidad sean las herramientas de los tribunales para arremeter contra opositores al régimen describe muy bien las condiciones en que se encuentra actualmente el estado de derecho en nuestro país”, descarga su indignación un Ingenuo encolerizado. “Es evidente la ilegalidad de ese nuevo parapeto revolucionario ya que según la ‘Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo’ el uso de agentes encubiertos para casos diferentes a narcotráfico, terrorismo y delincuencia organizada es inconstitucional”, argumenta Incredulina en apoyo a su marido.

“El ‘patriota cooperante’ es un insolente abuso del gobierno. Hemos sido testigos durante los últimos tres lustros de las más absurdas y descabelladas acusaciones que, sin prueba alguna la gran mayoría de las veces, voceros del sector oficialista han realizado en contra de personeros de la oposición. Pero llegar a este adefesio jurídico en donde un afecto al régimen – que es la condición sine qua non – escondiéndose tras la cobardía del anonimato tenga la potestad de incriminar a cualquier ciudadano con sólo dar un alegato en su contra, es el colmo del neofascismo del siglo 21 que estamos padeciendo. Es inaudito que ante la dudosa declaración de un ‘patriota cooperante’ los tribunales actúen de inmediato, pero ante la denuncia de corrupción hecha por el defenestrado ministro Giordani – en donde hizo pública la desaparición de $ 25.000 millones, monto superior a lo que el país tiene en reservas actualmente, entregados a empresas de maletín – no haya habido órgano alguno de justicia que actuara. Definitivamente el surrealismo venezolano da para todo”, comenta un Ingenuo descorazonado.

“En el deporte hay un sinnúmero de ejemplos que rescatan el valor de la denuncia y el importante rol que ella ha jugado en el rescate ético y/o disciplinario de algunas de las actividades deportivas. Estamos hablando de denuncias serias hechas por personas que tiene nombre y apellido, por individuos que – inclusive – pudieron haber estado involucrados en los oscuros episodios que decidieron revelar. Te voy a dar un par de ejemplos, siendo el primero el más emblemático y que tuvo mayor trascendencia debido a los personajes involucrados”, comenta Ingenuo mientras le sirve una copa de vino a su adorada esposa y él se prepara su trago favorito, una Cuba Libre. Bebida que ya se ha acostumbrado a tomar sin las seis gotas de Amargo de Angostura porque – en la Venezuela de estos días – una botellita de 100 ml cuesta más del doble del litro de ron con que se prepara el refrescante cóctel.

“El primer ejemplo tiene que ver con la investigación realizada por la Agencia Antidopaje de los Estados Unidos (USADA, por sus siglas en inglés) que dio al traste con el más sofisticado, profesionalizado y exitoso programa de dopaje jamás visto y que tuvo al equipo US Postal y a Lance Armstrong – su gran estrella – como principales protagonistas. Al texano se le demostró el uso, posesión y distribución de sustancias dopantes significando su derrumbamiento como el último gran mito del ciclismo mundial. Esta caída estrepitosa lo convirtió inmediatamente en el mayor fiasco en la historia del deporte internacional. La USADA se ayudó con los testimonios de once excompañeros del siete veces campeón del Tour – títulos que le fueron despojados – que también estuvieron involucrados en tamaño fraude”, Ingenuo hace una pausa para tomar otro sorbo del cóctel que le debe su nombre al grito de batalla de los cubanos en la guerra hispano-estadounidense que les dio su independencia a principio del siglo pasado. “Los ciclistas que estaban activos fueron suspendidos de acuerdo a las reglas. De algún modo, para ellos habría sido más fácil simplemente dejar pasar la situación irregular, pero por el amor al deporte decidieron denunciar y asumir las consecuencias de sus errores”, Ingenuo hace una nueva pausa, le da otro sorbo al trago y toma una gran bocanada de aire para continuar con su intervención.

“El segundo ejemplo tiene que ver con el Tottenham. El equipo inglés habilitó un teléfono para que sus aficionados avisaran de comportamientos xenófobos en el partido contra el Madrid en el marco de la Champions (2010-2011). El mensaje fue claro: ‘Si presencias algún acto de discriminación, ayúdanos a eliminarlo del fútbol informando sobre ello’. En ambos ejemplos se exaltan los valores de honestidad, transparencia e igualdad a través de la denuncia responsable. La exaltación de estos valores se encuentran en las antípodas del ‘patriota cooperante’ ya que esta nefasta figura lo que persigue es – a toda costa – violentar los derechos humanos de los adversarios”, finaliza Ingenuo buscando el vaso para hidratarse. “No hay duda, en Venezuela lo que impera es la desvergüenza cooperante”, sentencia Incredulina para finalizar.

(٭) Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo
aemora@gmail.com, @amoramarquez