El Big Ben Deportivo: “La FIFA ha vivido un infierno preparando el Mundial de Brasil”

Por: Andrés E. Mora M. (٭)….

(Jerome Valcke, secretario general de la La Fédération Internationale de Football Association – FIFA – por los retrasos, las jugarretas políticas, las protestas que han tenido que enfrentar para organizar la Copa)

 ¿Será Brasil 2014 el primer mundial verde?

Los Juegos Olímpicos Londres 2012 serán siempre recordados como las primeras olimpiadas verdes de la historia. De hecho, para ser más amplio todavía, estos juegos permanecerán en nuestra memoria como el primer evento deportivo de trascendencia mundial en donde la sustentabilidad fue, más allá de lo deportivo, uno de los principales objetivos propuesto. Objetivo que, sin duda alguna, fue exitosa y orgullosamente alcanzado. Es por este motivo que los Juegos de la XXX Olimpiada, como oficialmente se les conoce, tienen que ser, desde nuestra humilde opinión, ejemplo a seguir en cuanto a cómo se debe llevar a cabo inversiones millonarias con una visión sustentable a corto, mediano y largo plazo.

Somos de los que piensan que el rotundo éxito de Londres 2012 cambió definitivamente la visión, perspectiva y punto de vista que, con respecto a competiciones deportivas de alcance mundial y el aporte real de ellas en la solución de problemas ambientales, tenían hasta entonces las diferentes federaciones que conforman el Comité Olímpico Internacional (COI). Creemos que esa fue la razón que motivó a la FIFA solicitar, al comité organizador de Brasil 2014, que los doce estadios que serán sedes de los encuentros de la próxima Copa del Mundo deban cumplir una serie de requisitos relacionados con la ecología y el medio ambiente. Entre las principales medidas propuestas se incluye que, cada uno de los escenarios de Brasil, deberá poder reutilizar el agua de lluvia, utilizar aparatos que sean de bajo consumo energético y tratar de limitar la generación de residuos dentro de los estadios. Además, se espera que gracias a la instalación de la primera planta eléctrica solar en el techo de un estadio brasileño, haya una generación de energía limpia que proveerá a más de 1500 residencias cercanas. Por otra parte, se tiene planeado que las doce sedes invertirán en combustibles alternativos para los colectivos que trasladen a las diferentes delegaciones, que se creen carriles exclusivos y nuevas formas de transporte ferroviario.

Tal fue el entusiasmo generado por las propuestas medioambientalista que las aspiraciones “verdes” con el “Arena Mineirao” eran aún mayores. El estadio de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais y la primera ciudad planificada del gigante amazónico – obra del ingeniero Aarão Reis quien fue el responsable de diseñar el plan de urbanismo de la capital británica a fines del siglo XIX – en principio buscaba superar las exigencias de la FIFA y pretendía ser el primer estadio brasileño en recibir la certificación Leed de edificio verde que otorga el Consejo estadounidense de edificios verdes.

Sin embargo el optimismo que acompañó el frenesí inicial que despertó Brasil 2014 se ha venido diluyendo con el tiempo debido, fundamentalmente, a accidentes, retrasos y sobreprecios en la mayoría de las obras de infraestructura. A tal punto ha disminuido el entusiasmo de la población brasileña por este importante evento que una encuesta publicada en el mes de abril, realizada por el Instituto de la Revista Carta Capital, reveló que sólo un 45% apoya la realización del mismo. Así será la decepción generada por la falta de transparencia en la ejecución de las obras en Brasil, donde es bien conocido que el futbol es la mayor pasión, que son mayoría los que se oponen a la celebración de la fiesta del balompié mundial en ese país.

El retraso de las obras ha sido un enorme dolor de cabeza para los jerarcas de la FIFA al punto que llevó a Jerome Valcke, su secretario general, a lanzar al viento su ya célebre frase “la FIFA ha vivido un infierno preparando el Mundial de Brasil”. Palabras que expresan la angustia y frustración de saber que de las 12 sedes, que tenían que haber sido entregadas todas el 31 de diciembre de 2013, en las siguientes cuatro, a menos de un mes para la inauguración, aun se siga trabajando: Arena Pantanal (Cuiabá, Estado de Mato Grosso), Arena de Sao Paulo (Sao Pulo, Estado de Sao Paulo), Arena de Baixada (Curitiba, Estado de Paraná) y Estadio Beira-Rio (Porto Alegre, Rio Grande del Sur). Valcke ya admitió resignado que el “Itaquerao” – como se conoce familiarmente al estadio Arena de Sao Paulo – en donde, el 12 de junio, se jugará el encuentro inaugural entre las selecciones del país anfitrión y Croacia, sería entregado en el «último minuto». Es importante señalar que, en noviembre pasado, en ese estadio ocurrió un accidente fatal que dejó un saldo de dos muertos y parte de una tribuna destruida lo que llevó a un nivel crítico el cronograma de ejecución de la obra.

Lo de los accidentes, su frecuencia y su saldo mortal ha sido otro aspecto negativo que inmediatamente resalta. Lo cierto de todo esto es que ya se contabilizan ocho vidas perdidas desde el inicio de los trabajos, en el 2011, hasta la fecha siendo, la víctima más reciente, un obrero que murió electrocutado hace apenas unos días atrás, a finales de abril, en las aun inconclusas instalaciones del Arena Pantanal. El alto número de fallecidos llama poderosamente la atención sobre todo cuando se compara con las estadísticas de estos lamentables incidentes ocurridos en Sudáfrica 2010 (2 fallecidos) y Alemania 2006 (sin víctimas que lamentar), lo que levanta dudas acerca de las empresas involucradas en el levantamiento de las edificaciones en cuanto a, por lo menos, las condiciones de trabajo del personal obrero y de la experiencia y experticia de esta importante fuerza laboral.

Estos dos grandes lunares, retrasos y accidentes, que hasta los momentos han ensombrecido la previa a la puesta en escena del esperado acontecimiento deportivo mundial parece ser consecuencia de un lunar aún más grande, oscuro y aterrador: la corrupción. El costo de construir el estadio de la Copa del Mundo en Brasilia se ha triplicado a casi 900 millones de dólares en fondos públicos debido, en gran medida, a facturación fraudulenta, afirman auditores del gobierno. En un informe de 140 páginas sobre el estadio, los auditores hallaron unos 275 millones de dólares en presuntos excesos de facturación. Y eso que han examinado solo tres cuartas partes del proyecto. Pero para Claudio Monteiro, jefe de Comité de la Copa del Mundo en Brasilia responsable por la supervisión de los proyectos, “las acusaciones de los auditores son sencillamente erróneas y que todos los gastos se justificarían”.El funcionario cuestionó que el informe se divulgue tan cerca de la fecha del partido inaugural. «Por eso digo que están tratando de echarlo todo a perder», dijo Monteiro desde su oficina afuera del estadio. «Vamos a mostrar que este reporte no tiene base».

Sin embargo la credibilidad de este funcionario y del resto de las personas involucradas con estos proyectos de infraestructura se encuentra en niveles muy bajos. En una encuesta realizada el año pasado tres de cuatro participantes dijeron que en las obras del mundial había corrupción. Este resultado atizó, en buena medida, las masivas y con frecuencia violentas protestas contra el gobierno en junio pasado, en que más de un millón de brasileños se echaron a las calles.

Dos hechos parecen apoyar la extendida sospecha de corrupción en la población. El primero tiene que ver con que el costo general de los 12 estadios se ha disparado a 4.200 millones de dólares en términos nominales, casi cuatro veces el estimado en un documento de la FIFA de 2007 publicado pocos días antes que Brasil fuera elegida sede del Mundial. El segundo se refiere a los vínculos entre las firmas de la industria de la construcción y los políticos. Información en poder del principal tribunal electoral de Brasil  muestra un aumento descomunal de las contribuciones de campaña por parte de compañías que han ganado la mayoría de los contratos de proyectos de la Copa del Mundo. Por ejemplo, el principal constructor del nuevo estadio de Brasilia multiplicó por 500 sus donaciones en las más recientes elecciones.

Con el desmedido aumento en los costos y retrasos en las obras es muy probable que algunos de los requisitos propuestos por la FIFA relacionados con la ecología y el medio ambiente no sean prioridad, al menos para los cuatro estadios que faltan por finalizar, en estos aciagos momentos cuando en pocos días estén arribando al país vecino las delegaciones, protagonistas principales de esta cita mundial. Además, buena parte de la población considera que al menos tres estadios – Mané Garrincha (Brasilia) con un aforo aproximado de 72.788 espectadores y con un costo inicial de alrededor US$240 millones y que en estos momentos ronda, como vimos antes, los US$ 900 millones, Arena da Amazonia (Manaos) con un aforo aproximado de 42.374 persona y con un costo inicial de alrededor US$ 225,76 millones que finalizó siendo de aproximadamente US$ 273,44 millones y Arena Pantanal (Cuiabá) con una capacidad aproximado de 43.500 espectadores y con una inversión final que supera los US$ 240 millones – se convertirán en elefantes blancos después del torneo porque las ciudades no los pueden mantener. De cumplirse estos pronósticos, los mismos sucederían a pesar que, en su momento, líderes políticos prometieron que los estadios se financiarían con dinero privado. Aunque, en el caso de estas tres ciudades, tal promesa sonó desde el primer momento extravagante conociendo que ninguna de ellas cuenta con equipos que jueguen en las divisiones principales del “Brasileirao”, la liga de futbol brasileño.

Con el futuro incierto de estos tres estadios es muy probable que se dé al traste con la sustentabilidad, una de las principales aspiraciones de la FIFA con este mundial y uno de los aspectos más importantes que caracteriza a eventos “verdes”. Con la ausencia de sostenibilidad en el 25% de las sedes mundialistas el objetivo planteado por Federico Addiechi,Jefe de Responsabilidad Social de la FIFA, al expresar “La idea es que los estadios puedan llevar a cabo prácticas de gestión sostenibles y bien integradas a partir de 2014”, parece utópico. Una vez más somos testigos de las devastadoras consecuencias que el flagelo de la corrupción es capaz de hacer, vemos que donde hay corrupción es muy difícil que haya sustentabilidad. De ahí que la pregunta con la que comenzamos esta columna, ¿Será Brasil 2014 el primer mundial verde?, tenga como respuesta muy probable una negación. Ojalá y estemos equivocados pero,   aparentemente, lo verde de este mundial son las verdes montañas de moneda americana mal habida con la que llenaron sus alforjas algunas empresas constructoras aliadas o en complicidad con algunos personajes de la política brasileña..

Fuentes:

1. http://www.miambiente.com.mx/?p=16787

2. http://bolavip.com/brasil-2014/127374/brasil-sera-el-primer-mundial-sustentable

3.http://deportes.starmedia.com/futbol/mundial-brasil-2014/mes-inauguracion-mundial-2014-persisten-dudas.html

4.http://www.semana.com/deportes/articulo/van-ocho-trabajadores-muertos-en-las-obras-del-mundial-de-brasil-2014/386437-3

5. http://www.elsiglodedurango.com.mx/noticia/512811.corrupcion-en-brasil-2014.html

6.http://elcomercio.pe/mundo/latinoamerica/mundial-brasil-2014-corrupcion-y-altos-costos-salen-luz-noticia-1729072

7. http://es.wikipedia.org/wiki/Copa_Mundial_de_F%C3%BAtbol_de_2014

 (٭) Prof. Titular jubilado ULA – Cronista deportivo

     aemora@gmail.com, @amoramarquez