El delirio del Comandante y las implicaciones financieras para PDVSA

Germán Rodriguez Bustamante

Por: Germán Rodríguez Bustamante…

Los recursos energéticos tienen gran importancia en Latinoamérica, especialmente en Venezuela quien cuenta con las mayores reservas de crudo, esta disponibilidad debe utilizarse en beneficio del pueblo, es por ello que el expresidente Chávez en su sueño de construir una nueva geopolítica estableció una estrategia de integración energética como Petroamerica, Petrocaribe, Petrosur y el Gasoducto del Sur, iniciativas que orientaban a ser un factor determinante y de primer orden para el desarrollo económico, político y social de las naciones integrantes de los bloques existentes en América Latina.

La política de solidaridad experimentada por Venezuela ha brindado créditos a largo plazo y cuotas de petróleo preestablecidas a los países más débiles de la región contribuyendo no solo a fortalecer alianzas estratégicas de carácter geopolítico, sino disminuyendo supuestamente, además las asimetrías existentes en las naciones latinoamericanas; por otro lado se establecen principios políticos que rigen las acciones como son: integración, solidaridad, cooperación, complementariedad, seguridad energética, desarrollo económico y el uso soberano de los recursos energéticos, con una visión sustentable en el aprovechamiento de los recursos naturales.

Todo esto suena muy plausible, sin embargo los venezolanos vivimos las consecuencias de dicha solidaridad, PDVSA ha visto disminuir su flujo de caja por ventas de crudo a precios subsidiados y a periodos de financiamiento superiores a los estándares de mercado; periodos de crédito de 10 y 20 años tienen repercusiones financieras enormes para la industria petrolera, ya observamos las perdidas por descuento de facturas realizada por República Dominica, que significo cerca de 2.500 millones de dólares.

Petrocaribe creada por iniciativa de Venezuela, se inserta en la CELAC con la finalidad de transformar las sociedades latinoamericanas y caribeñas, haciéndolas más justas, cultas, participativas y solidarias. La idea se concibe con la finalidad de crear un proceso integral que promueva la eliminación de las desigualdades sociales, fomenta la calidad de vida y una participación efectiva de los pueblos.

Los acuerdos bilaterales firmados con Venezuela están orientados al intercambio de alimentos por petróleo, en consecuencia los apoyos políticos en la CELAC han tenido repercusiones peligrosas en las desigualdades internas del país, incremento de la pobreza, presiones inflacionarias y la salud financiera de PDVSA, en la práctica Petrocaribe ha servido para la mejora de la calidad de vida de los habitantes de las naciones integrantes del bloque, pero en detrimento de nuestra calidad de vida, en otras palabras Venezuela pone el petróleo y los venezolanos el sacrificio.

De igual manera Petrosur buscaba ser una plataforma energética del mercado común del sur (MERCOSUR), para minimizar los efectos negativos sobre los países de la región originados por factores especulativos y geopolíticos, mediante la disminución de los costos de las intermediaciones, el acceso a financiamiento preferencial y el aprovechamiento de las sinergias comerciales para solventar las asimetrías económicas y sociales de la región; gracias a dios esta locura so se logró concretar en su totalidad, sino las consecuencias serían peores.

Como si no fuera poco, también se intentó Petroamerica con el Gran Gasoducto del Sur, una total locura, internamente no hemos podido construir los gasoductos para suministro doméstico, ni para alimentar las plantas termoeléctricas y pretendemos llevar gas hasta Argentina.

Los delirios geopolíticos orientados hacia el establecimiento de mecanismos de cooperación e integración, utilizando los recursos energéticos de Venezuela ha generado consecuencias dañinas en la salud comercial, financiera y administrativa de PDVSA; el Banco Central de Venezuela violentando su propia normativa se ha visto en la necesidad de financiar a nuestra principal industria, ya que el flujo de divisas es insuficiente para mantener la operatividad interna de la empresa. Que caro no ha costado la retórica de la integración energética, PDVSA vive una situación operativa, financiera y comercial delicada, que a pesar de la oscuridad que reina en la gestión pública, no podrán ocultar las pérdidas que la empresa mostrará en sus resultados en el año 2015.

Es inminente el riesgo de escasez y desabastecimiento de recursos energéticos en los mercados internacionales en el futuro, la guerra de precios de la energía hace más frágil los elementos operativos de la economía global; el problema de la seguridad energética exige que el Venezuela tenga una nueva visión del desarrollo de su principal industria y de igual manera a considera al petróleo como un factor crítico en el desarrollo del país. . En consecuencia es fundamental verificar en que forma puede avanzar la geopolítica petrolera para que exista un balance entre la demanda acelerada y la condición de recurso no renovable; sin olvidar que es un recurso sensible para el desarrollo de la nación en primer lugar.

ULA – FACES
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