Por: Gerard Páez Monzón…
Sobre todo, si el parásito que nunca ha trabajado toma el poder, como es el caso actual de Venezuela, lo que resulta es la mentalidad sindicalista en acción, la mente más maula de todas sus variedades. Nos referimos a la conducta maula que ha promovido el chavismo en la sociedad desde que el difunto tomó el poder con sus políticas del quitar, invadir, regalar, revender, traficar, robar. Ese fue el maula mayor, de donde nacieron los corderos maulas que han poblado y rigen aún el país hasta la próxima elección, y ahora toda la sociedad vive del ser maula. El maula grita y exige que se le dé dinero sin trabajar, ese que le cobra un porcentaje a su propia gente como cualquier mafioso, ese que exige control de precio al productor y a pérdida para mantenerse en el poder sin importarle el progreso del país, ese que piensa que su conducta está por encima de los otros, ese que solo camina con la piel de la viveza, la corrupción y la trampa, ese que al no estar de acuerdo toma el sendero del bajo perfil, ese que lo único que sabe hacer es actuar con mente depredadora. El maula abre todo candado que se le imponga; el único candado que no vence es el del trabajo sano y responsable.
Las mentes maulas son las mentes más aptas para la vida económica de la improductividad que el chavismo ha implantado en Venezuela. La improductividad engendra un pantano por todo el territorio nacional donde los maulas son los cocodrilos que nadan en la «economía bachaquera», en el dinero fácil a través del engaño, en la vida de perrarina, en el malandrismo como un valor. Vivir en la escasez hace que la población se mueva a pensar prioritariamente en la búsqueda de comida, dopando sus energías de protesta y empujándola, a grandes pasos, hacia una metamorfosis que convierte a los individuos en maulas, en donde todos coinciden en aprobar, aplaudir, y robarle a la nación, a la empresa, al vecino, al amigo, a cualquiera, tal y como lo hacen los del régimen, los enchufados, y los militares. La Cuba de los Castro es un gran ejemplo de sociedad de maulas desde 1959, tal y como se reproduce del dictado del socialismo del siglo XXI.
La mente maula es una mente que no entiende ni respeta lo que es ajeno, no respeta ni entiende lo que es el mérito y el esfuerzo, no entiende ni respeta lo que es vida en sociedad, no respeta ni entiende lo que es el futuro, no entiende ni respeta el propósito de la velocidad del tiempo y la existencia del presente, no respeta ni entiende al prójimo, no entiende ni respeta lo que es la ley
Es interesante observar que la Oficina Federal de Investigación en los EEUU, conocida aquí en las películas como FBI, y que ya unos cuantos en Venezuela, especialmente de la familia de la Casa Militar y del régimen chavista la están conociendo en carne propia, se creó por razones de un descarrilamiento social igual que se producía en ese país, como la vida de bachaquero, la corrupción, y el dinero fácil del tráfico de alcohol y drogas.
Pareciese una triste apuesta decir hoy que cuando Venezuela salga del régimen sindicalista y parásito del chavismo (muy pronto, en las próximas elecciones), nacerá, la Oficina Nacional de Investigaciones que se debería de bautizar igual, FBI, por compartir la razón de su aparición. También sus hombres y mujeres «in black» deben ser licenciados en Contabilidad. Serán sus agentes especiales los amantes a la entrada y salida de números de una cuenta. Se sumará al reclutamiento una cohorte de ingenieros en computación e idiomas para soportar como todo un ejército a los miembros importantes de la FBI Venezuela vestidos de negro con sus lentes oscuros correspondientes, los expertos en los libros de vida. Los contabilistas son los individuos que saben exactamente qué hacer para recuperar la economía del país, en su primera instancia, al recuperar la fuerza de empuje hacia la economía productiva sana y responsable. Para esto se requiere recuperar el dinero de la mega-corrupción de los enchufados, el lavado de dólares del tráfico mundial de drogas, de la Sociedad Corporativa de la Armada Militar, y matracas en el transporte terrestre, aéreo, y marítimo, y de todos esos ciudadanos que cada cuadra de sociedad conoce, y esos maulas que viajan a Suiza, Andorra, Panamá, Shangai y otros lugares para esconder las extensos botines robados a Venezuela. Los expertos en Contabilidad, actuando como agentes secretos de nuestra FBI, recuperarán esas inmensas fortunas camufladas para sacar a Venezuela de su estado mortal, de su estado maula. Ese día habrá ley y orden, habrá progreso, habrá Venezuela. Será cuestión de salir a votar.
@gerardpaezm
