El planeta

“¡Uf, que calor! ¡Cuánta lluvia!»
 
Francia y Portugal, California, tuvieron un exorbitante bautismo de fuego hace pocos días, bosques en llamas y el termómetro que superó los 43 grados.
 
Los meses de junio y julio incrementaron la temperatura global de la Tierra en unos alarmantes 2 grados centígrados, superando con creces la media anual. Los científicos señalan que en los próximos años aumentaría en los 4 y hasta 6 grados. El des hielo seguiría incrementando las aguas oceánicas.
 
Mientras tanto nuestro país, en estos días, se inunda en varios estados por torrenciales lluvias aumentando los caudales de los ríos y causar destrozos ,incluyendo la alarma nte posibilidad, necesaria, de a brir algunas compuertas de la represa del Guri , y con ello inundar algunas poblaciones costeras.
 
Vaya paradoja. La Tierra Verde se rebela desde que nuestro mismo planeta nació hace 4.8 billones de años dentro del Sistema Solar. Nadie puede domar la natura leza. Tiene sus propios códigos, y nosotros los humanos seguimos porfiados en desatender sus leyes. Dice Juan Díaz, jefe del Departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela Nacional de Sanidad de España :“revertir la situación climatológica ac tual es casi imposible”.
 
¿Depende de los Gobiernos del mundo y de todos los seres humanos en ponerse serios ante esta amenaza climatológica real ? A Donald Trump no le interesa. Lo curioso es que hace pocos días se reveló que muchos documentos relacionados con el clima y temperatura global no son confiables. ¿Es entonces aun más peligroso y alarmante de todo lo que se ha dicho hasta ahora en sendas reuniones internacionales con supuestos leguleyos y especialistas?
“El aumento de temperaturas es imparable”, dice otro científico español.
 
El domingo pasado tembló en Mérida, una intensidad cercana al grado 5.
Nuestro planeta Tierra gira sobre su eje inclinado a fantástica velocidad, yforma una enorme elíptica alrededor del sol a cientos kilómetros por hora.
 
Quienes vivimos en esta maravillosa tierra andina estamos muy preocupados por el rumbo oscuro político y económico. Se entiende. Pero la Tierra Verde parece que está perdiendo su color. No juguemos con nuestra hermosa naturaleza. Debemos protegerla, cuidarla,amarla. Ella, estoy seguro, nos recompensará.
 
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