En el sur de Mérida aprenden sobre hitos de la historia que allí ocurrieron

La Fundación Programa Andes Tropicales (PAT) y la Asociación Cooperativa Mucusur llevan a Acequias el taller Hitos de la Historia en el Sur de Mérida, dictado por el cronista y escritor Ramón Sosa Pérez en el marco del proyecto “Andes Sur: Diseño e implementación participativa de 4 productos ecoturísticos comunitarios que valoricen la biodiversidad y fomenten la conservación ambiental en los Pueblos del Sur del estado Mérida”, financiado por el Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial del PNUD.

Desde la Escuela Básica local señala que es una necesidad imperiosa apropiarse de los conocimientos históricos propios para redescubrirse como surmerideños con los valores y principios que tienen, y el cronista indaga para saber y luego proyectar con un enfoque más íntimo estas historias de los hombres y su respuesta al entorno natural, simbiosis e interacción con un espacio que hoy se distinguen como los Pueblos del Sur, el resultado son los hitos o detalles entre los hechos que los pueden vincular aunque parecen aislados.

Los surmerideños cuentan con una ubicación que corresponde al 33% del estado Mérida, en un conjunto geográfico de 21 comunidades agrupadas en municipios y parroquias al sur del río Nuestra Señora, pero las características de sus habitantes se pueden distinguir por el habla cantarina “con unos modismos muy simples”, y una serie de valores como la amabilidad, el trabajo, la solidaridad, la honradez, la lealtad y el compromiso, Sosa resalta como fortalezas la lengua, el territorio, el patrimonio y las devociones.

Evoca ante decenas de docentes y público en general del pueblo episodios acaecidos en diferentes épocas de esta región como la llegada de los monjes agustinos en 1597 al “sur de las acequias” desde Mérida, donde había comunidades trabajadoras, dedicadas única y exclusivamente al cultivo de la tierra, gente pacífica que se encuentra detrás de la sierra. Sosa destaca que hubo un reconocimiento de la gente que allí habitaba, indígenas que por las huellas en las montañas sabían canalizar el agua desde lugares remotos.

Indicó que los Pueblos del Sur no fueron fundados porque ya estaban aquí desde tiempos ancestrales, con la evangelización ocurre la presentación cultural de estos pueblos originarios como los primeros surmerideños, quienes dedicados al cultivo tienen cultura demostrable además por la cantidad de topónimos en uso que en Acequias cuentan con un record al concentrar una numerosa existencia de palabras que denominan sus lugares.

Sobre estas naciones aborígenes agrega que se trataron de comunidades dispersas desplazadas o diezmadas por tribus nómadas provenientes del llano y centro occidente del país, que se impusieron por ser más numerosas pese a la resistencia de las asentadas inicialmente, un período sangriento que obligó a la iglesia católica a suspender su presencia hasta el años 1640, pero que le permite rastrear desde tiempos remotos los orígenes de los valores y la identidad de los surmerideños.

En su itinerario este taller ha sido facilitado hasta la fecha a más de 500 personas con el propósito de recuperar las expresiones de autoctonía, identidad, patrimonio, querencia hacia lo nativo, también para revisar el espacio cultural propio y ver cómo los modos vida tienen mucho que ver con los espacios porque “somos historia y entorno, un producto que debemos enlazar con el ambiente” y por parte de las comunidades queda conocerla para hablar de su historia.