Por: Arq María Eugenia Febres

La ciudad, en tiempos pasados, se caracterizaba y se consideraba que existía calidad de vida. Sin embargo, recientemente, debido a la situación económica que ha enfrentado el país, se ha observado un mayor crecimiento anárquico de sectores populares en las diferentes montañas que conforman el ambiente natural de la ciudad. No obstante, los crecimientos no planificados de viviendas y el fuerte enfoque sectorial de las inversiones condujeron a un desarrollo insuficiente, lo que ha provocado dificultades funcionales y deterioro del medio ambiente, insuficiencia de los servicios de infraestructura, tales como problemas con el funcionamiento de las redes de acueducto, alcantarillado, electricidad y alumbrado público, transporte, entre los más sentidos; deficiente manejo de los desechos sólidos; deterioro de las áreas verdes e invasión de los espacios públicos; déficit de viviendas y de los equipamientos urbanos de carácter metropolitano. Todo ello ha traído como consecuencia una ciudad desordenada y en la cual ha bajado su calidad de vida. Existiendo además conflictos y discusiones de carácter político por decisiones que se toman desde otras instancias del poder público que afectan el normal desenvolvimiento de la ciudad, donde la gran mayoría de las veces estas decisiones son eminentemente de carácter político, escasamente compatibilizadas con los intereses y potencialidades de Mérida.

El problema es que se perciben peligrosas improvisaciones en el desarrollo urbano en lo relativo a la interacción con la ciudad. Se escuchan muchos argumentos conducentes a deslindar responsabilidades, o los que reflejan los intereses y puntos de vista de cada actor urbano, pero nadie ni administración ni administrados miran el problema en su conjunto, con una visión estratégica de ciudad.

Motivada por la ocurrencia de los cada vez mas y mas problemas urbanos que ha venido experimentando la ciudad, durante estos últimos meses se ha venido realizando un trabajo en el Centro de Ingenieros del Estado Mérida, a través de la Comisión Permanente de Desarrollo Urbano, Vivienda y Vialidad, nombrada ésta por la Directiva de dicho Centro, para establecer un proceso de discusión sobre los problemas que aquejan a la Ciudad de Mérida y a los ciudadanos, para que a través de un FORO ABIERTO, se logre buscar llegar a un consenso a los diferentes entes gubernamentales, instituciones públicas y privadas, consejos comunales y ciudadanos en general,  que de una u otra manera hacen vida y están vinculados con el desarrollo de la nuestra ciudad, se puedan buscar algunos acuerdos en los puntos de coincidencia de los grandes proyectos que existen para Mérida, los cuales han sido objeto de debates y estudios, y tratar de buscar las factibilidades técnicas y económico-financieras para la ejecución de esos proyectos que conllevarían a mejorar sustancialmente la calidad de vida urbana.

Con el interés en dar respuestas dentro de nuestras responsabilidades como gremio de asesores del Estado venezolano, teniendo la voluntad técnica, profesional y social para ello, se acordó realizar los esfuerzos necesarios que permitan impulsar un gran acuerdo por la Ciudad de Mérida. Para ello se ha venido conformando un equipo de trabajo coordinado por esta Comisión Permanente de Desarrollo Urbano, Vivienda y Vialidad del Centro de Ingenieros del Estado Mérida, quien se ha abocado a organizar este FORO, MERIDA: UN SENTIMIENTO, de acuerdos pautados con los diversas instituciones públicas y privadas, profesionales, y miembros de la sociedad civil y  de organizaciones comunitarias.

Con tal interés es posible realizar este FORO,  «MERIDA: UN SENTIMIENTO», mediante:

• La Motivación de la Ciudadanía para la participación.
• Realizar cuatro ponencias donde los protagonistas son: La Gobernación del Estado, la Alcaldía del Municipio Libertador, La Universidad de Los Andes, La Academia de Mérida y Venezolana de Teleféricos (VENTEL)
• Lograr el ACUERDO DE CIUDAD que se plantea.

Mérida requiere la atención de todos, de gobiernos, de universidad, de academia, de los merideños y de los ciudadanos, que nos hemos perdido en el sub-mundo interior de cada quien; Mérida demanda de contar con todos, sin distingos, ni politiquería, sin exclusiones, demanda de seguridad, de vías en buen estado, de alumbrado público, de oferta de servicios, de un sistema de recolección y disposición de los desechos, de movilidad urbana, de programas de educación ciudadana. Demanda de que los gobernantes trabajen mancomunadamente impulsando en un solo sentido. Una buena gestión de gobierno requiere de direccionamiento, de planificación, de servicios, de espacios públicos recuperados, del patrimonio arquitectónico y urbano restaurado y protegido, de canchas deportivas, de gimnasios de bibliotecas, de teatros, de orden urbano, de nuevos equipamientos, en fin de tener voluntad política para afrontar los retos que tenemos por delante.

mail: mfebrescordero@gmail.com