Fotos de daños en el estacionamiento del Palacio Arzobispal de Mérida

Reflexión de Mons Baltazar E.  Porras

Fecha: 10 de abril de 2013 22:53

En este momento, siento tristeza e indignación ante lo sucedido, el ver que una mujer fue golpeada y el querer ayudarla pues acarrea consecuencias que no son las mas agradables, en ese momento venia a mi mente los pasajes bíblicos vividos el durante la semana santa, cuando cristo es golpeado sin compasión y nadie se atreve ayudarlo por miedo o porque ese no es mi problema. Situación que aun seguimos viendo en nuestra sociedad, ese Cristo que aun es golpeado, maltratado. Hoy muchos han manifestado esa alegría que debe ser vivida en un tiempo como la pascua, la alegría de vivir como resucitados aunque aun parece que muchos no terminan de resucitar, de pestañear o de abrir los ojos para contemplar a ese Cristo vivo que es la esperanza y la luz que sigue guiando nuestros pasos para dejar a un lado los miedos, las tibiezas, las rencillas y sobre todo aquello que crea cada día mas odio y resentimiento entre unos y otros. Solo queda como verdaderos discípulos seguir los pasos de los primeros apóstoles  a través del anuncio de la Buena Nueva, no dejarnos invadir por todo aquello que nos oprime, nos esclaviza o nos aparta del amor de Dios. Hoy leia el capitulo 6 de la Carta de Pablo a los efesios y mi mayor alegría era ese llamado de obediencia pero sobre todo de respeto en cuanto a los deberes que nos incumbe a todos y de no descuidar pero también de no desmayar tomando como armas LA VERDAD, LA JUSTICIA, LA FE Y LA PALABRA DE DIOS. Parece que todo esto lo hemos dejado de lado, y son otras ideas o pensamientos que rondan en nuestros ambientes, pero aun estamos a tiempo de tomar conciencia, de que todos somos responsables de asumir nuevos retos, compromisos y así poder abandonarnos en las manos de Dios. Solo queda decir no tengamos miedo de dar el todo por el todo, cada quien construye su felicidad, hagamos posible que esa felicidad sea plena y verdadera.