Ante la situación del país, y la poca preparación para afrontar situaciones como las que vivimos, muchos condominios de la ciudad están entrando en una etapa complicada para sostenerse y algunos se encuentran al borde del colapso. En el año 2.017, muchas juntas de condominio se prepararon para lo que sería un año particularmente único y muy difícil, como en el cuento de la gallinita que siembra y prepara el maíz para el invierno, algunas juntas compraron bombillos, productos de limpieza y bolsas en cantidades, que les han permitido mantenerse. Sin embargo, a muchos los tomó por sorpresa la galopante hiperinflación de este semestre y adicionalmente comenzaron el año con altos niveles de morosidad que hoy han hecho insostenible la administración del condominio.
Los insumos prácticamente son incomprables, una bolsa de 200lt para la basura la primera semana de Julio estaba en el orden de 1 millón de bolívares, lasreparaciones cada vez más difíciles de ejecutar y ni hablar de tener que adquirir nuevos repuestos o piezas para equipos. Se le suma a esto, los consecutivos aumentos salariales que afectan las nóminas de empleados residenciales y la vigilancia. Comenzamos a observar numerosos condominios a oscuras y donde han tenido que retirar la vigilancia por falta de pago de los residentes, pérdidas de agua por tuberías rotas, con la maleza ocupando cada vez máslas áreas comunes haciendo intransitable esos espacios, entre otros.
Los niveles de morosidad cada vez se elevan al punto que no permite cumplir con los compromisos fundamentales, pues los retrasos afectan el flujo de caja, la prioridad del vecino es la alimentación como bien lo expresan.
La ausencia laboral o la renuncia de los trabajadores en masa, es otra angustia para las juntas de condominio;pues no hay manera de ubicar reemplazos para continuar con las labores cotidianas.
¿Qué hacer ante esta panorámica y el posible colapso condominial? ¿Cómo propietarios nos cruzamos de brazos, nos seguimos quejando, o tratamos de hacer algo con lo que contamos entre todos?
Definitivamente si queremos que nuestros espacios no se derrumben, nuestra calidad de vida se mantenga medianamente estable, y nuestras propiedades no se desvaloricen debemos tratar en lo posible de buscar la manera entre todos de evitar el colapso. La junta de condominio debe organizarse y armar un plan de acción que debe incluir algunas de estas sugerencias;
- Evaluación general de las condiciones de la residencia y en esa lista priorizar las acciones.
- Un inventario de recursos humanos del edificio, con quienes contemos para realizar algunas de las labores, plomeros, albañiles, agrónomos, forestales, electricista, serán de gran ayuda, ante eventuales reparaciones. Puede realizarse intercambio con ellos de cuotas de condominio.
- Organizar actividades comunitarias donde todos colaboren en el mantenimiento de las áreas comunes. Como pintar brocales y otros espacios, cortar el monte, limpiar y lavar áreas. Un ejemplo de ello fue las residencias La Trinidad que realizó una actividad donde arreglaron sus áreas verdes mientras otro grupo hacia un sancocho para todos. Adicionalmente a los arreglos, se estimula el sentido de pertenencia a la comunidad.
- Incluir a los comercios que existan en las residencias, de manera mas activa en la vida y mantenimiento del condominio. Que puedan proveer insumos a precio de costo.
- Si es imposible el pago de vigilancia, crear una brigada con los vecinos que tenga su horario y sea tomada con seriedad, que ayuden a mantener la seguridad. Asegurarse de que todos tengan los contactos del cuadrante de la policía que les corresponde, métodos alternativos como pitos, y cualquier otra ayuda posible.
- En lo posible mantener la morosidad lo mas baja posible, explicando a los vecinos la necesidad de pagar a tiempo y evitar acumular montos que de devaluarán de inmediato, impidiendo cumplir con los compromisos del condominio. Pedir ayuda a la diáspora, adelantando cuotas que puedan servir para algunos de los insumos importantes
En conclusión, hay que ingeniárselas, colaborar, ayudar entre todos. No es momento de ser individuales, es momento de compartir las responsabilidades, de juntar fuerzas para que nuestros condominios no colapsen, desde cada uno concientizar que se puede aportar para mantener nuestra residencia. Se trata de saber, “Que podemos hacer con lo que tenemos y donde estamos”porque solo nosotros podremos solucionar nuestros problemas, nadie lo hará por nosotros.
Hasta la próxima entrega.
Danitza Suárez
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