Hablemos de condominio: ¿Y la gasolina?

Cierra la semana con quizás la mayor crisis de combustible conocida en los últimos 20 años en Mérida, en una ciudad ya de por si paralizada ante la falta de transporte público, medicamentos, alimentos, servicios públicos y seguridad.  Le invitamos a hacerse estas preguntas;  ¿Después de  días haciendo  fila  para surtir su tanque del vehículo, como piensa utilizarla?  ¿Piensa continuar su vida normal?   Hoy todos debemos reflexionar. ¿Que estamos haciendo y para qué?  Ante una emergencia  y la ausencia de transporte público ¿Tiene una reserva  en su vehículo para movilizarse? ¿Por qué hablamos hoy de gasolina y condominios?

Los accidentes se encuentran a la orden del día.  Más allá del uso que dará al combustible, una serie de hechos se están generando ante la carencia.  Muchos vecinos  están guardando gasolina en sitios inapropiados; en sus  viviendas, en apartamentos, comercios, sin seguir las más mínimas normas de seguridad.  El venezolano no suele ser persona de protocolos  o manuales de procedimientos.   Almacenamientos de forma inapropiada,  llenado de tanques  en sitios sin seguridad con vehículos encendidos,  sobrecalentamiento de plantas eléctricas. Velas, mecheros, personas fumando, pilotos de cocinas  y calentadores cercanos a envases con gasolina son algunas de las prácticas habituales e insensatas. 

En el año 2.017 y 2.018 se sucedieron explosiones por conexiones caseras de gas inapropiadas en condominios de Mérida y Táchira con pérdidas humanas y materiales importantes. Hemos leído en la prensa local y redes del terrible suceso con la familia en la población de Tabay y sus lamentables consecuencias, o el reciente incendio en la avenida 6 entre calles 21 y 22 de Mérida. Vemos claramente que el  riesgo aumenta, en un país que no cuenta con los mecanismos de respuesta rápida y efectiva.  Los  organismos de protección civil  y bomberos no pueden ayudarnos  ante la carencia de personal, equipos y vehículos,  o deben acudir a otras opciones como el uso de los bomberos aeronáuticos y la ballena antimotines de la GNB  como sucedió esta semana.

Empleados que no llegan a laborar.  En el colapso por el combustible y la movilidad entran  los empleados residenciales  y vigilantes.  Algunos deben redoblar guardias  ante  la ausencia del compañero o en el peor de los casos  los condominios quedan huérfanos de vigilancia.  En referencia al mantenimiento,  las  áreas comunes quedan desasistidas en limpieza y manipulación de desechos sólidos  pues los  empleados no logran llegar.

¿Qué hacemos entonces?  Solo nos queda la “conciencia colectiva”.  Es necesario generar en nuestras comunidades el sentido de la prevención  y  la  seguridad.  La colaboración  y mejorar el estado de alerta de todos los vecinos. Asumir nuestros roles ante la crisis.  El manejo de combustible  y otros productos inflamables no son un juego.  En las condiciones país que nos encontramos  somos directamente responsables de lo que nos sucede  por negligencia y omisión, además no podemos contar  con auxilio inmediato y eficaz. De manera que es importante seguir las siguientes sugerencias;

1) No almacene bajo ninguna circunstancia gasolina ni otros líquidos inflamables en su apartamento, sótanos, vehículos, ni áreas comunes. Si algún vecino lo hace, alerte a su junta de condominio y accionen de inmediato entre todos para desalojar el material inflamable. Si el infractor no retira el material, llame de inmediato a los bomberos.

2) Asegúrese que  los extintores de incendio y demás equipos de su edificio están operativos, si los hay.

3) No llene tanques de motos o vehículos en espacios cerrados. Asegurarse de no   tener cerca (cigarros, pilotos encendidos, celulares en uso, o los vehículos  encendidos)

4) Lea el manual de uso de los artefactos y plantas eléctricas. Ubicarlas en sitios apropiados, atentos al tiempo recomendado de uso, y recarga de combustible.

5) Mantenga niños y ancianos alejados, y seguros de zonas de peligro.

En referencia a vigilantes y empleados;  esté atento a sus necesidades. Una comida caliente, un espacio para el aseo personal y descansar  si deben quedarse más tiempo de lo previsto.  Coordine el transporte de manera grupal, que les permita llegar y retornar a su hogar,  sin que movilizarse se convierta en una jornada extenuante. Recuerde que todos estamos pasando necesidad y calamidades,  tender la mano en estos tiempos es importante por humanidad  y para conservar el personal. Active a sus vecinos para el cuidado y mantenimiento de las áreas comunes o guardias por turnos de ser necesarias, haga más extremas las medidas de seguridad  habituales en caso de ausencia de los empleados.

Las condiciones  actuales nos obligan a hacernos cargo  como  vecinos  y resolver por nuestros propios medios,  en la prevención está el secreto y nuestra tranquilidad,   no hay necesidad de generar  situaciones  que pueden evitarse y pongan en peligro la vida de todos, el bien más preciado que tenemos. Feliz domingo. Danitza Suárez

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