José María Andérez: “La discusión de los Cursos Intensivos debía haber sido llevada al CU-ULA con mayor anticipación”

Este lunes durante el desarrollo del Consejo Universitario, se discutió un tema muy complejo y que tiene que ver con los Cursos Intensivos. Esta es una materia que debía haber sido llevada al Consejo con mayor anticipación, según la opinión personal del Secretario de la ULA, José María Andérez, esto por su grado de complejidad y la dificultad para ser resuelta, principalmente por la búsqueda del personal que trabajaría en los intensivos, pero que hoy en día al contar con la limitante de la nueva Ley Orgánica del Trabajo, en donde se expresa que no se pueden abrir contratos por seis semanas, sino por tres y luego abrir otro contrato por otras 3 semanas a otras personas, dificultaría la contratación del personal no ULA para atender el intensivo.

Las explicaciones que se dieron en el Consejo, pasaban porque el intensivo pudiera darse si se diferían en tres semanas el inicio de las vacaciones colectivas, lo cual generaría un problema grave a muchos miembros de la comunidad universitaria. “Se aducía que esas tres semanas, el principal problema que había era la certificación de la firma de los administradores para los pagos. Me da la impresión, que si el Consejo hubiera tratado este tema tres semanas atrás, hubiéramos podido hacer algo diferente. Toda esta discusión se da con un informe que presenta la Vicerrectora Académica, Patricia Rosenzweig y que le envía el coordinador de los Cursos Intensivos, en donde se resalta que se requerían tres semanas para poder organizar la logística del intensivo; además que la mayoría de las Facultades no enviaron a la coordinación del intensivo, oportunamente, la información y  solamente 4 facultades enviaron la información antes de que finalizara el mes de mayo, que es la fecha que está en el reglamento y tres facultades adicionales que lo enviaron de manera tardía”, informó el profesor Andérez.

La opinión del profesor radica en que no se hizo el trabajo oportunamente, además de haber podido hacer un esfuerzo adicional para conversar con los gerentes de los bancos y así poder resolver la situación de las firmas, también se hubiera podido iniciar el intensivo una semana más tarde, ya que como es del conocimiento público, la primera semana siempre hay algunos problemas logísticos y en la última semana, en la mayoría de los casos se da para evaluaciones y colocar las notas. “El semestre intensivo se pudiera haber hecho perfectamente en unas 4 semanas y media, sin perder la calidad y restringiendo a una sola materia o una carga equivalente de 4 o 5 horas a la semana”, agregó el profesor Andérez.

El Consejo mayoritariamente no vio la manera de rescatar el intensivo y se aprobó una propuesta alterna que hizo Argimiro Castillo, decano de la Facultad de Arquitectura. “En esta propuesta se decía que no habían las condiciones y al llegar del receso en el mes de septiembre, las facultades deben sentarse a reprogramar los semestres y los años, esto con el objeto de que no se pierdan y se pueda garantizar que aquellos que les faltan 5 o 6 semanas, puedan culminarse de manera intensiva con el menor uso del tiempo y luego pueda programarse entre octubre y diciembre, un curso como el que programó la Facultad de Ingeniería el año pasado, que es un semestre corto de 10 o 12 semanas, con una carga horaria superior, de manera que los estudiantes puedan ver el mayor número de materias posibles”, dijo finalmente el profesor Andérez.

Golfredo Lobo / Prensa ULA / CNP 14.293

Foto Ramón Pico