La AN y Guaidó evitaron que el Parlamento cayera en manos de los rusos

En los planes de los rusos está cambiar la AN, la cual aspira dirigir desde la ANC el sector del chavismo4F para sobrevivir la debacle que sufre ante el madurismo

El primer aspecto a resaltar sobre lo ocurrido el pasado 10 de enero, con el evento de la juramentación de Nicolás Maduro ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), es que ha prevalecido la Asamblea Nacional (AN), palabras muy sabias y claras de parte del presidente del Parlamento, el diputado Juan Guaidó.

Esto es lo más resaltante, porque el hecho que el Parlamento todavía exista y esté bajo control de la oposición política, en medio de las difíciles circunstancias en que toca hacer política en el país, es ya una victoria contundente y como en esto, aunque pocos lo quieran ver así, hay ganadores, entonces hay perdedores.

Los rusos

Perdieron los rusos. En este “round”, esos actores, que son del sector internacional, tendrán que esperar una nueva oportunidad.

Para Rusia es vital que la AN sea eliminada, clausurada o que se adelanten las elecciones de la misma, el propósito es que necesitan un Parlamento que les apruebe todo el proceso de entrega de campos petroleros y gasíferos en Venezuela, que de manera ilegal hace el Ejecutivo, hoy bajo usurpación según el Parlamento.

Haber sucumbido ante los llamados de producir situaciones como la de designar un gobierno de transición, sin tener poder de fuego para sostenerlo, esperando un improbable alzamiento militar, o esperar a que la comunidad internacional respondiera con una invasión, era una apuesta arriesgada y que nadie puede asegurar que eso hubiese ocurrido así.

Haber actuado como un aventurero, sólo le garantizaba a la tiranía la excusa de disolver el Poder Legislativo, apresando a la mayoría de diputados, y procediendo a convocar de inmediato elecciones parlamentarias. Si el diputado Guaidó no asumió ese rol, es porque no había manera de que la comunidad internacional lo sostuviera allí, eso no estuvo planificado nunca de esa manera.

El chavismo

Otro derrotado es Diosdado Cabello, quien encabeza la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), un ente que se ha convertido en un tigre de papel en medio del enfrentamiento que existe entre el madurismo y el chavismo. A Cabello le hubiese caído muy bien que los diputados se hubiesen aventurado, este aspiraba asumir desde la ANC el control de la AN, una vez hubiese sido disuelta.

Cabello necesita urgentemente mejorar su posición, actualmente no tiene poder suficiente para enfrentar al madurismo y mantiene una tregua. La ANC es una entelequia que sólo le sirve para posar.

Controlando el Parlamento propiamente dicho, los rusos tendrían que negociar directamente con él y su sector lo mencionado al principio, ello además le hubiese servido para poner presión a Padrino López, que es el hombre de Moscú en Venezuela, con quien rivaliza también. Mejoraba así su posición ante el madurismo y así forzaba un proceso de negociación en la “guerra interna”, cambiando el proceso que se viene desarrollando.

El sector radical de la oposición, del cual se conoce tiene nexos con el sector radical del chavismo, sobre todo del ala militar que viene apresando Maduro por conspirar, y que tiene enfrentamientos contra los partidos políticos, también sufrió una derrota política contundente.

Cómo queda la AN

Como era de esperarse, Maduro no transfirió el Poder Ejecutivo a la AN. Esto le crea el primer inconveniente, una buena cantidad de países de Occidente no le reconocen, sin embargo la AN nada tendría si esos países mantienen relaciones directas con el oficialismo, cuando deberían establecerlas con la AN, de modo que el Ejecutivo no tenga otra opción que recurrir a ésta para enlazarse con esos gobiernos.

El desarrollo de los eventos continúa. Maduro se mantiene con serias dificultades, en el tema económico está perdiendo la guerra, la hiperinflación avanza sin clemencia y tiene una amenaza de más caída de los precios del petróleo, lo que complica la situación de pago de deuda soberana y corporativa que tiene atrasado y que los acreedores ya se están organizando para arremeter.

Hay una cuenta regresiva y es que la caída de producción petrolera avanza rápidamente, cada mes se pierde producción y esto merma también los precarios ingresos de la administración Maduro.

La situación precaria y una complicación más de la crisis, es un factor de presión que debe conducir a un proceso de negociación que permita implementar la transición.

Por ahora, los rusos, el chavismo y el madurismo, harán todo lo posible por sostenerse hasta 2020, para las nuevas elecciones de la AN que piensan ganar, apostando que para entonces la oposición siga fragmentada y con una postura abstencionista.

Por: Alex Vallenilla/@alexvallenilla