La cruda realidad de los servicios públicos en Mérida

El deterioro notorio de los servicios públicos en la ciudad de Mérida afecta directamente en la calidad de vida de los ciudadanos que dependen del agua, la luz, el gas, aseo urbano e inclusive los servicios telefónicos y de internet para desarrollar las labores cotidianas.

Las fallas constantes en el suministro de agua potable que en ocasiones supera las 72 horas continuas generan malestar entre los ciudadanos, quienes ven con preocupación cómo esta situación sin una solución ni a corto, ni a mediano plazo, a pesar de que desde el pasado 27 de abril la Hidrológica de Mérida fue intervenida y dejó de ser una institución dependiente de la Gobernación de la entidad para ser centralizada y administrada por el ejecutivo nacional a través del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas, y mejorar el servicio que prestaba.

Mientras que, los reiterados cortes eléctricos sin previo aviso, ni un cronograma de administración de cargas también representan un dolor de cabeza para el comercio merideño, también para la empresa pública y privada, que deja de generar ingresos y de prestar servicios de 2, 4 o inclusive 5 horas que duran los “apagones” en la ciudad de Mérida.

El gas doméstico tan necesario para las amas de casa, es también un gran ausente en urbanizaciones donde dependen de los camiones de la empresa PDVSA Gas Comunal para el llenado de las bombonas que surten un promedio de 48 apartamentos unifamiliares, y suman más de 10 días sin el servicio y que, a pesar de las denuncias y reiteradas llamadas a la empresa, no ha sido posible lograr la restitución del servicio.

La basura, una epidemia que se adueñó de las calles y avenidas de la ciudad “más limpia” de Venezuela, ahora este calificativo ya no le pertenece, la negligencia de los gobiernos municipales ha obligado a los ciudadanos a vivir sumergidos entre los desechos sólidos.

La telefonía móvil y los servicios de internet no escapan de esta realidad; pues comunicarse en la ciudad se ha vuelto una odisea, por largos lapsos de tiempo los merideños pasan a estar incomunicados, las señales de las diferentes operadoras telefónicas e inclusive los servicios de datos móviles de internet fallan constantemente.

Las protestas ciudadanas

Los llamados públicos de la ciudadanía a los organismos competentes mediante las protestas de calle son solo “pañitos de agua tibia” para que se restituyan los servicios, sin embargo, suelen pasar 3 días promedio, y se vuelve a la rutina de los apagones, cortes del suministro de agua potable, recolección de la basura o el llenado de bombonas de gas doméstico.

Los afectados siempre buscan agotar las instancias regulares, sin embargo ante la falta de atención de las autoridades deben tomar otras formas de llamados de atención para que los problemas de sus comunidades sean resueltos. JQ CNP, 23.851