La Economía Chavista: Premio Nobel en Economía Feudal

Gerard Paez

Por: Gerard Páez Monzón…

Solo hay que venir a Venezuela y recorrer sus cuatro esquinas, para percibir el excelente modelo económico implementado por las mentes brillantes del comunismo-feudalismo del chavismo. Este modelo apoyado por la ignorancia, y protegido, con rabia, por cada individuo del PSUV, por los militares “patria, socialismo, o muerte”, para hacerse de su negocio corporativo en las fronteras y carreteras del país, y por cada individuo que han formado parte de las Instituciones desde 1998, y todo aquel que está en lo mismo, protegiendo su dogma, su oportunidad, su enchufe, su miel ocupacional, etc. Todos deberían de estar embarcándose, claro, en un barco hacía lo más marginal, para recibir el Premio Nobel de la Economía Feudal, y quedarse allá.

Cualquier espacio sirve para conocer el modelo económico chavista. En una calle de cualquier ciudad o pueblo del país, se oirá, por ejemplo, el grito de venta de un buhonero emprendedor que dice: «Atamel, atamel, atamel. Lleve su pastilla por 200 bolívares». Esto se ve en los cruces de semáforo, los nuevos ambientes empresariales creados por esta economía. Dos cuadras mas allá se verá, con bata blanca, a un individuo diplomado de «Mico», en una especie de misión de esas con nombres de próceres, ofreciendo en voz alta: «Vendo récipe para que vaya y compre su propia caja de Atamel en la farmacia, firmada y sellada por mí como lo pide la ley». Al llegar a la farmacia encontrará avisos increíbles, generados por esta maravilla de economía feudal, como: «Se vende la untada de desodorante por Bs. 20. Aproveche hoy el combo del par de axilas».

Las directrices económicas del chavismo han hecho aparecer, masivamente por todo el país, empresas familiares. Los centros de expertos en economía están perplejos y discuten tratando de entender cómo no se les ocurrió a ellos en el pasado. Un modelo familiar consiste en que cada familia se concentra en saber cual abasto o mercado de la ciudad, recibió algún producto. De inmediato se informa a todos los demás miembros (socios), el mensaje para que se presenten en el lugar y formar línea lo antes posible, ya que se transformará en una mega-cola. Si hay que sacar a los niños de sus clases, se hace. Si hay que pedir permiso de ausentarse en el trabajo, se hace. También, se recomienda entre ellos, ser sincero con el patrón en el pedido del permiso, todo el mundo está enfermo de la improductividad. La explotación infantil en el trabajo ni se discute, ni se piensa, ni nadie lo reclama, solo a las empresas en China. Una vez todos en la cola, luego de 4 horas mínimas de espera, para obtener el único fruto (producto) del esfuerzo familiar en el trabajo, se planifica la siguiente mega cola en otro sitio de la ciudad. Hay familias moviéndose entre pueblos, y otros magnates, entre estados. El interés es el beneficio en la reventa exagerada del producto, bien sea a sus vecinos, o a un centro de acopio. Todo un feudalismo comunista del siglo XXI.

Si antes teníamos una economía rentista, esta es una economía del dinero fácil, gran merecedora del Premio Nobel en Economía Feudal.

Ejemplos de ésta economía retrógrada abundan. El impacto de muerte a la dinámica del sector trabajador es aterrador. La importación y exportación está en el fondo; El movimiento cultural, turístico, familiar, deportivo, científico y cualquier otro motivo en los vuelos internacionales de pasajeros ha llegado a ser reemplazado por la actividad del dinero fácil. Otro modelo de emprendimiento feudal: «Viaje a raspar su tarjeta al dólar oficial, transformelos en mágicas cifras al bolívar negro». Anulando la inversión en la variedad y dinámica de productos y experiencias de valor, necesarios y utiles, fundamental para el crecimiento en valor personal de su gente y fluidez en sus actividades. El mensaje de esta economía chavista es muy lúcida: «Encierrese y NO piense. Solo ocupe su mente en tratar de alimentarse». Impresionante la dolarización de los boletos aéreos hoy, logro de los brillantes asesores del régimen.

La economía feudal chavista genera en sus ciudadanos, poco interés por todo en todas las esferas de vida. Sus ambiciones son mínimas, cercanas a la capa de la alimentación e higiene. Cultiva conductas grupales, de ovejas, en pleno siglo XXI, mientras que paralelamente, sociedades como la Japonesa declara su rompimiento histórico a ese tipo de conducta que han llevado generacionalmente en sus sangres para hacer aparecer el liderazgo individual y así enfrentar el hyper-tsunami de creatividad que empuja el siglo XXI como algo innato.

Da dolor señalar estas actividades primitivas resucitadas del fondo del accionar humano por la economía feudalista comunista del dinero fácil. Un oscuro y marginal futuro está siendo cultivado en Venezuela, merecedor al premio Nobel en Economía Feudal. @gerardpaezm