La ruta del dinero manchado

Por: Germán Rodríguez Bustamante…

En medio de las investigaciones judiciales realizadas a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el periodista Daniel Santoro presentó, su libro “La Ruta del Dinero K”, publicación que profundiza sobre la trama secreta de los escándalos de corrupción que involucran a la ex mandataria. Este libro desentraña complicidades de una fuga millonaria en dólares; prueba que la llamada “ruta del dinero K” existió, y que su funcionamiento involucra a Cristina y su familia. La ex presidenta construyó un “cerco sanitario”, una suerte de blindaje judicial alrededor de Báez, de Máximo Kirchner y de ella misma, antes de abandonar el poder el 10 de diciembre del 2015.

La trama ocurrida en Argentina no es distinta a la vivida en Venezuela en estos años de revolución. Venezuela pasa en este momento por dificultades financieras severas, derivadas de un  manejo irresponsable de las finanzas públicas. Ligerezas que permitieron que la clase gobernante saqueara las arcas de la nación, dejándola en la ruina total. La fiesta involucro también a sectores privados, que aprovecharon las distorsiones producidos por las medidas económicas  revolucionarias.

Los excesivos controles facilitaron la actuación libre de burócratas, quienes agilizaban los procesos para acceder a divisas subsidiadas, licencias de importaciones, contratos públicos y concesiones de todo tipo. Los análisis realizados por Transparencia International en los últimos 6 años, muestra la profundización de la relación entre los niveles de corrupción, la protección de las libertades periodísticas y la participación de la sociedad civil.

Los estudios muestran que la mayoría de los países que obtienen una puntuación baja en cuanto a libertades civiles también suelen recibir altas calificaciones de corrupción. Las campañas de desprestigio, el acoso, las detenciones arbitrarias, las demandas y los escollos burocráticos son algunas de las herramientas usadas por la Dictadura venezolana, para acallar a quienes impulsan iniciativas contra la corrupción. Quien denuncia casos de corrupción en Venezuela termina siendo procesado por el hecho, lo cual silencia de forma dañina a los ciudadanos, estimulando la impunidad.

Las investigaciones sobre distintos casos de corrupción de alto nivel han avanzado en Latinoamérica: por ejemplo, el caso Odebrecht derivó  en sanciones a empresarios y políticos de las más altas esferas implicados en sobornos y financiación electoral ilícita, a cambio de contratos públicos en Brasil, Ecuador y Perú. En Guatemala, el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG), investigan en la actualidad a políticos y empresarios por corrupción. A pesar de las confesiones dadas por los integrantes, de la trama corrupta internacional de  Odebrecht, sobre el caso de Venezuela, el régimen y sus estructuras de control no han hecho nada para investigar, y clarificar las vinculaciones de funcionarios de alto nivel y empresarios con el arreglo.

Esto refleja que nuestro país es el único de la región en el cual se ha hecho muy pocos esfuerzos para atacar el fenómeno. Las últimas declaraciones realizadas por el Contralor General son una confirmación de que el flagelo se mantiene, y tiende a profundizarse en esta hora menguada de la revolución bolivariana. 

Recientemente el  secretario del tesoro de Estados Unidos, Steve Mnuchin lideró la cuarta reunión de ministros de finanzas del mundo para coordinar acciones en conjunto con el fin de desmantelar el aparato financiero producto de la corrupción del régimen de Nicolás Maduro. Ministros de Finanzas de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Francia, Alemania, Guyana, Italia, Japón, México, Panamá, Paraguay, Reino Unido y EEUU se reunieron en Bali, al margen de la reunión del FMI y G20. Los ministros de los países reunidos acordaron continuar con los esfuerzos para enfrentar los desafíos planteados por el régimen, incluido el apoyo al pueblo venezolano; reforzando la presión diplomática y financiera sobre el gobierno de Maduro. Protegiendo los sistemas financieros de flujos monetarios ilícitos y corruptos provenientes de Venezuela. En el marco del encuentro se comprometieron a trabajar de forma conjunta, para movilizar recursos adicionales para hacerle frente a la crisis humanitaria que atraviesa Venezuela. De igual manera condenaron la venta secreta de recursos del pueblo venezolano, para llenar los cofres de los facilitadores financieros de Maduro. Para la mayoría de los países no hay ninguna duda sobre la existencia de mafias corruptas que habitan el país y que se enriquecen a expensas de los venezolanos.

Muchos de los jerarcas de la revolución y sus testaferros, viajan en los últimos días por todo el mundo, para evaluar en donde colocar parte del botín, en virtud del cerco financiero montado para evitar el lavado de los trapitos sucios, derivados de la corrupción revolucionaria. Llegará el momento de desacoplar la telaraña montada, la ruta del dinero manchado en Venezuela tendrá su hilo de punta y culminación. Para identificar en procesos auditables financieramente, a los responsables de la conspiración delictiva. Seguramente habrá que desmontar el cerco judicial sanitario edificado, para evitar las investigaciones necesarias cuando esto acabe. 

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