Las garantías se agotaron

Por: Germán Rodríguez Bustamante…

La garantía financiera puede estar representada por un contrato financiero en el cual una parte se compromete al cumplimiento de unas obligaciones o en su defecto a perder un bien colocado como cobertura real. La promesa de pago de obligaciones en los mercados internacionales está sujeta a la credibilidad del acreedor, cuando existe la posibilidad de incumplimiento, los mercados exigen garantías reales y términos usureros. Venezuela se encuentra en este momento con poco o nulo acceso a fuentes de financiamiento en los mercados formales, como consecuencia de una política errada que amputó las oportunidades de desarrollo de su economía, la promesa de pago es dudosa. El régimen en las últimas semanas, ante las realidades que vivimos los venezolanos, de forma convulsiva esta dispuesto a hacer el ridículo de ser necesario, con tal de conseguir algunos recursos para continuar la fiesta revolucionaria. Las riquezas depositadas en el subsuelo patrio no son suficientes para garantizar el financiamiento, es necesario un cambio en el modelo económico que permita la recuperación de la confianza de los inversores. Luego de haberse rumbeado la plata y los ahorros de la nación, intentan conseguir algunas “monedas” para tapar los cráteres producidos por la instrumentación de la farsa del socialismo del siglo XXI. Lamentablemente lo que queda en la cuadra son los usureros con la mayor ambición. En este  estado de putrefacción de la estructura de garantía y soporte financiero para nuevas acreencias, los posibles financistas exigen un beneficio desmedido.  El riesgo que presenta en este momento Venezuela es muy alto, con lo cual, la posibilidad de insolvencia está presente.

El país salió de una de las épocas más prósperas en cuanto a entrada de divisas por concepto de ingresos petroleros y otros derivados, que aportaron a las arcas nacionales un flujo de dólares que jamás podrán ser auditados.Casos de corrupción, malversación, manejos irresponsables y una total ausencia de contraloría, constituyeron una combinación nociva, que arrasó en poco tiempo con toda esa riqueza, y arrojó al país a los brazos de una deuda, que quizá tampoco sea cuantificable, teniendo en cuenta la opacidad con que se manejan las cifras oficiales. Venezuela tenía 12.700 empresas privadas cuando Chávez alcanzó el poder, según cifras de Conindustria, ratificadas por el CENSO 2.007. Hoy queda escasamente un 25 % de esa cifra. Al destrozo económico, financiero y jurídico se añadió el asalto a la propiedad privada con expropiaciones de más de 700 empresas en doce años. Hoy, esas empresas expropiadas “hecho en socialismo” están técnicamente quebradas, y las que sobreviven, son zombis y chatarras industriales, que producen al 20 % de su capacidad instalada en promedio, convirtiéndose en un lastre para el presupuesto público. A estos desastrosos gestores, nadie está en disposición de prestarles, aunque sea a tipos de interés elevados o plazos superiores. En este momento la nación enfrenta una ristra de litigios y demandas por denuncias de incumplimientos de pagos y por decisiones tomadas que derivaron en acciones en tribunales e instancias internacionales. Esto es la constatación del fracaso más absoluto de esta Dictadura decadente, disfrazada de democracia electoral demagógica. El ensaño revolucionario le costará mucho, y como siempre, a los pobres ciudadanos.

Con “bombos y platillos” anuncian reestructuraciones, cambios de gabinetes, creación de una nueva estructura, sin embargo, en la práctica es un reciclaje y rotación de personas, sin cambios importantes y transformaciones profundas. Se han realizado tantas modificaciones y ampliaciones de facultades de ministros y vicepresidentes, que en este momento las atribuciones se solapan y en consecuencia se diluye la responsabilidad. Maduro y su corte constituyente prometen el cielo, pero entregan el infierno. Los nuevos anuncios no cambian nada, se trata de una tramoya para mantenerse en el poder a cualquier costo, el escenario es decorado con un conjunto de modificaciones aparentes, para cear efectos mágicos imposibles de creer. El barril lleno de dólares se agotó, por una estructura de gasto y robo desproporcionado. En este momento recurren a sus aliados fuera del hemisferio, ya que la solidaridad regional se acabó. Para nada sirvió Mercosur, Unasur, Petrocaribe y demás delirios del comandante supremo, que significaron la venta subsidiada de petróleo a naciones integrantes de los bloques, sin contraprestaciones beneficiosas para el país. A pesar de la crisis económica y humanitaria sin precedentes, el régimen continúa rechazando la ayuda del exterior e impone políticas malintencionadas que sólo deterioran aún más la economía. La ayuda alimentaria proporcionada a través de los CLAP es una respuesta desesperada y manipuladora a la escasez desenfrenada de alimentos y la pobreza en Venezuela, que obliga a los ciudadanos a arrodillarse ante el regimen, lo cual es indigno con la persona humana, al convertir el hambre en arma de sumisión.Utilizan la comida como herramienta de control político con el “carnet de la patria”, tarjeta de racionamiento para evitar el exterminio. En estos días menguados de la revolución, las finanzas públicas se encuentran en sus peores valores históricos y no hay recursos para sostener el genocidio selectivo. La tarjeta de alta tecnología QR se ha vuelto cada vez más necesaria para acceder no sólo a los beneficios de los CLAP, sino también, a la atención médica, a universidades, a empleos gubernamentales e incluso a los subsidios del gobierno,otorgados a discreción personal por Maduro. Esto permite que el régimen brinde una mayor asistencia a sus seguidores y apunte a otros, que están lo suficientemente desesperados y hambrientos, como para cambiar su voto a fin de recibir ayuda alimentaria. Los recursos finacieros se agotaron y hasta el momento no hay “usureros” dispuestos a desembolsar recursos, independientemente de las garantías extremas ofrecidas. Es necesario parar tal desespero, antes de que lo único que quede como garantíasean los ciudadanos.

gguillermorb@yahoo.com

@germanrodri

@germanoveja