Por: Eduardo Ruette…
Un especialista en obstetricia, requiere durante su formación, incluido el último año de pregrado, al menos tres años de roce, contacto, con la materia de atención de partos, es decir, estar presente en los mismos, ver, ayudar, aprender y tres años adicionales como futuro especialista.
La tragedia humanitaria en la sanidad que sufre Venezuela, no sólo tiene un origen en la corrupción, en lo político, sino en la irresponsabilidad de quienes están a cargo de velar por la salud de los venezolanos, un derecho constitucional. El Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), inventó hace tiempo un programa llamado “parto humanizado”.
Se trata de formar en seis meses a “comadronas”, para el “parto humanizado”. La responsable es nada menos que Blanca Eckouth, quien televisó grotescamente un parto desde una maternidad de Caracas hace unos años, en que se vio al Presidente de entonces, portar la bata de galeno dentro de la improvisada sala de partos con un jacuzzi. Siendo el parto un acto delicado, se saltaron todo el entrenamiento requerido para tal práctica.
Los resultados de este desastre están en los hospitales y maternidades. Sólo en el estado Mérida van 14 muertes maternas en lo que va de 2017. Epidemiológicamente una muerte materna es una alarma sensible en la salud pública, dos son un escándalo descomunal, las 14 muertes maternas amerita que el propio ministro de la Salud, junto a todo su tren ejecutivo esté despachando desde Mérida, desde el propio hospital universitario, en que se vive el caos señalado, ha debido ser intervenido el ente rector de la salud.
Es esta la tragedia que vive Venezuela, la materia sanitaria ha sido dejada en manos de irresponsables, corruptos y gente sin escrúpulos, quienes incluso han sufrido enfermedades y han vivido en carne propia los efectos de la crisis en que hundieron a Venezuela.
@eruette/Obstetra Ginecólogo
