Con estos aires pre navideños hay una pregunta que se hacen la mayoría de los venezolanos ante la gravísima situación económica que nos azota a casi todos los que vivimos bajo este cielo. Esa pregunta es ¿nos acostumbramos a enfrentar cada día, sin reaccionarante: la escasez de todo, los altísimos precios de los productos, desde el pedacito de queso, pasando por los artículos de aseo personal, los aceites para vehículos, los repuestos, hasta una consulta médica,ni qué decir de intervenciones mayores. La falta de gasolina y esas colas que exasperan, el agua que no termina de salir de los grifos, la basura que se acumula, lainexistencia de transporte público, el pésimo estado de las calles,avenidas, fachadas da casas y edificios y un largo etcétera donde cada uno puede expresar sus propias limitaciones con pinceladas que amplían y afean aún más el cuadrosurrealista que representa, en estos momentos, nuestro amado país.
Los más optimistas piensan en cómo prepararán las famosas hallacas, un plato típico que lleva muchos ingredientes prácticamente imposibles de conseguir mucho menos de pagar. Encontrar los estrenos, tradición bien bonita que teníamos, o la adquisición de los juguetes para “ayudar al niño Jesús”, el regalito para el amigo del alma y la planificación de la reunión familiar en Navidad. Pues, lamentablemente el panorama a estas alturas del añoes desalentador. A nadie le gusta sentirse reducido en todas las acciones que lo llevan a procurarse calidad de vida, entonces ¿por qué aceptamos este estado de cosas? ¿Nosacostumbramos, nos resignamos o estamos esperanzados?
Con esta pregunta consultamos la opinión de nuestros lectores(a) con la expectativa de dilucidar una respuesta qué nos ayude a comprender por qué actuamos como lo estamos haciendo sin hacer valer nuestros derechos a vivir sin sobresaltos, y a tener lo que por ciudadanía nos corresponde.
Se entiende por “acostumbrarse” a aceptar, habituarse, ver algo como normal, en cambio la resignación se produce cuando una persona , asume una situación y deja de luchar contra ella o de buscar soluciones respecto a la problemática que se le plantea. Por lo general, la resignación aparece cuando algo es inevitable o cuando el sujeto se ha cansado de lidiar con las circunstancias que le son adversas.
Las opiniones
Psicóloga, y escritora, María Goretti contesta con voz pausada y conocimiento de causa: “Lo que yo he visto en las calles, en los mercados, en la consulta esque nohay ni conformismo ni resignación, más bien se nota como una mezcla de varios sentimientos… La gente busca afanosamente, sobrevivir, hacer rendir el dinero, la comida, pero en el fondo hay una confianza en que esta situación, inaguantable por demás, termine pronto. Hay muchas personas enfermas -tanto física como emocionalmente- explica la especialista-porque el venezolano no se está alimentando bien, lógicamente esto influye en el estado de salud general; observamos personas tristes, angustiadas. Pero al mismo tiempo hay otro grupo lleno de optimismo que ayuda, que dan la mano que siempre tiene una palabra alentadora. En lo particular, yo me resisto a acostumbrarme, me resisto a conformarme, creo firmemente que nos merecemos una mejor calidad de vida, y que estamos apostando a que surja la figura de alguien que encuentre una solución. Hay que rebelarse y luchar, porque sí veremos la luz al final de este largo y oscuro túnel. Somos un país de valerosos, asegura.
Carlos, sociólogo, cree fervorosamente en el proceso revolucionario, a nuestra pregunta contesta con sobrado entusiasmo:” lo que sucede es que todo cambio implica adaptación. Hay que tener paciencia y esperar lo mejor porque el Gobierno Nacional está centrado en el bienestar del pueblo. Es verdad que la situación económica se ha tornado muy difícil, pero es que al capitalismo salvaje, no le conviene un Estado Socialista porque es contrario a sus intereses. Yo le diría sin temor a equivocarme que no hay que perder la esperanza en que a muy corto plazo saldremos adelante, y seremos una potencia mundial. Los que creemos en el proceso ni nos acostumbramos ni nos resignamos, al contrario, seguimos adelante echándole ganas a nuestra patria.
“La solución para todos nuestros problemas, no es tan fácil como preparar un Nestea -explica, Eduardo, universitario- ¡se agrega agua, se revuelve y listo! No. Estamos como en un profundo pozo de conflictos sociales, de necesidades humanas sin satisfacer, de pérdida de valores morales que no nos permiten actuar como buenos ciudadanos. Hemos tenido que renunciar a tantas cosas importantes. Yo apelo a una reflexión del Dalai Lama que dice:“Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar”. Sin embargo-continúa diciendo el joven-eso no quiere decir que nos acostumbremos pasivamente a lo que está sucediendo, se trata más bien de actuar cada uno desde su posición, haciendo lo mejor, colaborando, trabajando, animando y así con el concurso de voluntades , comprensión de las circunstancias y paciencia, lograremos lo que deseamos , que Venezuela salga adelante. También el Dalai dice:No importa qué tipo de dificultades pasemos, cómo de dolorosa es la experiencia, si perdemos la esperanza ese es nuestro verdadero desastre.
En esta primera entrega hemos podido trasmitir – por razones de espacio-solamente algunas de las valiosas opiniones, pero hay más para compartir y analizar sobre el tema. Ahora bien, haciendo una síntesis podríamos decir que los venezolanos no nos hemos acostumbrado a vivir con tantas limitaciones, y que por el contrario, estamos a la espera de un cambio significativo para poder vivir con absoluta normalidad en este tierra de gracia que es nuestra, nos pertenece y le pertenecemos.
Arinda Engelke.
