Memento, homini…

Por: Bernardo Moncada Cárdenas…

Los sonados hechos del Viernes Santo y Sábado de Gloria en nuestra bucólica localidad de El Playón en El Valle deben ser divulgados en sus detalles.

Inaceptables las pretensiones y reacciones de los indeseables turistas, representantes de quienes se han auto-declarado casta intocable, más allá de cualquier ley en virtud de su fortuna malamente habida. Ejemplar la respuesta de los habitantes organizados de El Playón.

Completan el cuadro las consecutivas y arbitrarias detenciones de un funcionario policial que solamente cumplía su deber para con la comunidad.

Pero fue oportunidad para medir ante el país lo que Havel llamó «El poder de los sin poder»: la fuerza de una colectividad resuelta a defender su derecho, erguida contra quienes están acostumbrados a abusar de pueblos domados, y a luchar en apoyo de quienes están a su lado contra el abuso.

Mérida tiene sus Macabeos y ha dado más de una sana lección.

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