Mérida: ciudad desierta

A escasos días de lo que sería el inicio de la temporada alta turística que viene precedida de las más bajas que se han tenido Mérida desde el año 2018, la ciudad muestra un panorama desolador, desierto, que por mucho optimismo que pudiera tener el empresario y prestador de servicio turístico, no levanta optimismo para nada, sin querer ser negativo pero son las graves secuelas de la ya consabida crisis socio económica política que cada día lleva a la quiebra a los venezolanos, sean empresarios, comerciantes, industriales, etc.

Mérida, es toda una ciudad desierta

Sus calles y avenidas, casco urbano y entorno, hasta las plazas y parques, reflejan una soledad increíble, jamás vista en esta urbe andina que aún osan llamar “ciudad turística y estudiantil por excelencia”, todo ello  generado por la escasez de la gasolina, fallas intermitentes de los servicios públicos básicos, el alto costo de la vida y pare Ud. de contar, lo que conlleva a cualquiera, sin distingos de clase y posición, a un freno total, a la hora de intentar pensar en darse un leve lujo de salir de vacaciones en medio de la realidad país que vivimos y convivimos.

Cruel verdad a la vista de todos, mientras los líderes políticos, de ambos bandos, se disputan en una intolerante diatriba personal grupal cansona, sin una propuesta viable de salida de la crisis, su ambición de mantenerse o hacerse del poder público nacional  Giovanni Cegarra, GC. CNP. 2229 – Foto GC