Pensar bien para leer y escribir mejor

Por: María Antonia Villamizar

Para poder comprender mejor la importancia del lenguaje es necesario conocer sus conceptos básicos basados en la pedagogía del lenguaje, ya que considero que el lenguaje es comunicación en gran parte y por lo tanto tiene una relación directa con el término y por consiguiente, se ve en relación constante con expresiones, sentidos, signos entre otros, creo que el lenguaje existe con el interés de dar aviso de algo, ya sea con palabras, gestos, articulaciones u otras formas que existen de comunicación; este se construye a través de la significación, códigos actitudes.

La pedagogía del lenguaje debe concentrarse en varios tipos de competencias de orden cognoscitivo. La primera de ellas es el desarrollo y transformación de los modelos cognoscitivos, puesto que de la calidad de ellos depende la calidad de los aprendizajes. Por otro lado, debe hacerse cargo de competencias relacionadas con el pensamiento, las inferencias, la sistematización, las operaciones, las estructuras cognoscitivas, la descripción, el análisis, la argumentación, la interpretación y la solución de problemas con respecto a aprendizajes implicados en la interacción, la lectura y la escritura.

Las otras dos competencias son la lectura y la escritura ya que no son simples habilidades; son procesos pedagógicos de largo alcance que se desarrollan con base en competencias complejas en donde convergen el pensamiento y la interacción. En relación con lo primero, los dos procesos dependen de hábitos y modelos cognoscitivos. Los hábitos garantizan el aprendizaje de competencias de orden motor, sensorial e intelectual. Los modelos cognoscitivos implican formas de razonamiento, inferencia, operaciones y resolución de problemas, competencias mediante las cuales el juego de lo explícito y lo implícito contribuye a la generación de nuevo conocimiento.

El pensamiento también influye en ella a través de la argumentación y la interpretación; sin desconocer otras formas de razonamiento como la demostración y la verificación, así como la necesidad de la explicación, el desarrollo de las competencias debe orientarse a la coherencia, sustentada en los elementos contemplados en la configuración del sentido. Producirlo e interpretarlo no es un proceso simple; su complejidad requiere poner a su servicio la pedagogía pretende varios fines: desarrollar las competencias para el aprendizaje constructivo, responsable y deliberado; contribuir al refuerzo y/o transformación de los modelos cognitivos de aprendizaje y propiciar los procesos de pensamiento analítico, crítico y creativo. Capacidades intelectivas e interactivas de manera que ambas contribuyan a la humanización, a la interacción, a la personalización y a la contextualización.

Para concluir la pedagogía debe ser cognitiva, constructiva e interactiva, controladas y deliberadas de los aprendizajes en el cual se debe involucrar a los estudiantes para que asuman sus responsabilidades en el proceso educativo.

Por: María Antonia Villamizar-litomavivi@outlook.com

Docente en Metodología de la Investigación de Ciencias Administrativas y de Educación-Instituto Universitario Intelcol