Quien lo hubiera dicho. El magnífico Humboldt que lo podemos ver todos los días cerquita del pico Bolívar, con apenas unos parches de nieve irrisoria, como guardianes altaneros de Mérida y su ciudad que lamentablemente huele cada vez más a basura, está en crisis.
En la prestigiosa revista The Economist, información que nos hace llegar la amiga Carolina Savage desde Caracas, una de nuestras queridas y asiduas lectoras, se señala que “debido a los graves problemas políticos es casi imposible a los científicos poder estudiar al glaciar”.
Y sigue diciendo este riguroso informe: “La cadena montañosa del Sierra Nevada de Mérida con sus cinco picos agraciaban la vista con sus nieves; a través de la costa noroeste Caribeña ofrecía alivio del calor venezolano… pero hoy el pico Humboldt apenas se salpica de blanco, y en poco más de una década sólo quedará para en el recuerdo”.
“Venezuela será entonces el primer país del mundo en la era satelital de quedarse sin todos sus glaciares”.
Eso es terrible, ¿no lo creen?
“Nombrado por su descubridor Alexander von Humboldt, explorador alemán del siglo XIX, el pico se encuentra en situación terminal en sus 20.000 históricos años, recesión de la capa de hielo que cubría unos 600 km cuadrados durante la gélida edad de Venezuela. El clima actual es el culpable”.
Pero el problema se ha agravado: “El científico glaciólogo Carsten Braun de la Universidad Westfield de Massachusetts de Estados Unidos, dijo que ésta sería la única vez que científico alguno vendría al país a estudiar los picos, pues en el 2015 en su última visita militares uniformados lo metieron en un autobús para interrogarlo…”.
Y agregó el científico: “ahora la hiperinflación y crímenes rampantes no permiten viajar a este hermoso país, y mucho menos con dólares en los bolsillos necesarios para los estudiosos de montañas”.
Por ahora sólo podrán continuar sus estudios a través de los satélites. ¡Qué cosa, ¿no?!
Valentín Ladra
