¡Qué vivan los jóvenes porque son un tesoro!

Rubén Darío,poeta nicaragüense de exquisita pluma, escribió, entre otros versos la Canción de Otoño en Primavera y dice así:

“Juventud, divino tesoro,

¡Ya te vas para no volver!

Cuando quiero llorar, no lloro…

y a veces lloro sin querer…”

Parafraseando  este idea  podemos decir que sí es verdad, lo que dice el poeta, la juventud es un tesoro que hay que aquilatar muy bien, porque en un abrir y cerrar de ojos nos convertimos en adultos  y tenemos que cargar con las responsabilidades que esto acarrea. Ser joven significa  tener sueños, ambiciones, metas por cumplir.El mundo se abre ante sus ojos  tan ancho y ajeno, comoen realidad lo es, y los ímpetus juveniles  los hacen aventureros, temerarios, creativos, a veces insolentes, retadores. Se experimentan nuevas y emocionantes sensaciones, surge el amor, pero también puede haber confusión y desaliento, dependiendo mucho del lugar y las condiciones  donde le toque desarrollarse a  esa juventud.

Muchos de nuestros jóvenes nacieron y están creciendo durante estos 20 años de la revolución del siglo XXI y han tenido que sufrir en carne propia las consecuencias de la crisis actual, que poco a poco se ha ido acentuando hasta convertirnos en un país repleto de problemas aún por resolver.

Sueños truncados

Para estos jóvenes, por ejemplo,  los deseos de independizarse, son quiméricos. Tienen que vivir con sus padres, porque quién con un sueldo mínimo puede alquilar un lugar. Salir a pasear con su pareja, o hasta brindarle un helado, ir a un cine, comerse unas cotufas,  es una misión imposible porque  “todo está carísimo”, comenta un joven “.

A estos muchachos (a) les ha tocado hacer colas para comprar cualquier producto, han caminado largos trechos para ir a sus centros de estudio. Temen salir de noche  por el peligro que representa. Viajar a otras regiones, conocer otras latitudes, invertir en libros, se ha hecho cada vez más cuesta arriba, solamente algunos con mucha suerte o privilegios, lo logran.

Los jóvenes también sufren el acecho de caer en vicios: alcohol, drogas, prostitución. Analizado así, el panorama para nuestra juventud, en estos momentos,  no es el más halagador, pero sabemos que la educación, la cultura, la música, la lectura, la creación de políticas dirigidas con eficiencia y sobre todos los buenos maestros y profesores, en un ambiente de paz y  progreso pueden hacer la diferencia. Hay que trabajar hacia ese objetivo y los cambios positivos se obtendrán. 

El día de la Juventud

Venezuela celebra cada año el Día de la Juventud, en honor a todos los jóvenes que acompañaron a José Félix Ribas y a Vicente Campo Elías durante la Batalla de La Victoria, el 12 de febrero de 1814. Esta cruzada formó parte de la Guerra de Independencia venezolana, donde los republicanos liderados por Ribas, se enfrentaron a las fuerzas realistas comandadas por José Tomás Boves cuando éste intentó tomar la ciudad de La Victoria.Estudiantes y seminaristas venezolanos fueron los protagonistas, quienes demostrando coraje y bravura, después de un sangriento combate, obtuvieron el triunfo.

Los jóvenes venezolanos de este tiempo, han demostrado, también, con sus actuaciones y como herederos de esta casta de valientes patriotas, que ahora más que nunca están dispuestos a luchar por la democracia y por el bien común. Sus armas: la fe y la esperanza en un futuro promisorio, lleno de oportunidades, de unión, reconciliación y hermandad.

¡Qué viva la juventud porque es un tesoro!

Redacción CC