Razones y pasiones: Cuenta regresiva

Por: Eleazar Ontiveros Paolini…

A pesar de la situación económica, del hambre, la inestabilidad, la inseguridad y demás problema relacionados, el gobierno ha ganado las dos últimas elecciones y antes, la de la constituyente, diseñada a su saber y entender y en la cual, era lo esperado, no participó la oposición.  Se le utiliza para complacer las apetencias de Maduro y su combo por aquello de lo plenipotenciario, sin siquiera haber producido nada en cuanto a la adecuación de la Constitución, a pesar de ser esto último el objetivo de un organismo de tal naturaleza.

Ahora empieza la cuenta regresiva para las elecciones presidenciales, cuya importancia, se sobreentiende, es determinante. Ya el gobierno tiene definido sin contrapesos ni competidores de ninguna naturaleza en el seno su partido, el PSUV, a su candidato, es decir, a Maduro. Su campaña no estará centrada tan de lleno en  propuestas esperanzadoras,  sino en acentuar las prebendas, el atosigamiento mediático, los sobornos, los repartos de alimentos y de dinero a diestra y siniestra, con lo cual, quiérase o no, salvo que haya un contrapeso que colectivamente se aprecie como solución, ganará las elecciones. Así, se haría más expedito el camino para avanzar hacia el logro del “paraíso terrenal” del socialismo, sin importar el implicado derrumbe paralelo de la sociedad democrática.

En esta situación la dirigencia de la oposición está en una verdadera encrucijada y su responsabilidad es de tal naturaleza que no puede fallar de nuevo, pues la sociedad haría en tal caso un cobró categórico, enviando a los actuales dirigentes al fondo del ostracismo político y de su figuración social. Ante todo, la MUD está dividida y el tiempo apremia para la escogencia de un candidato, que no puede darse mediante primarias que acentúen las diferencias y el irrespeto a las mismas.

Lo obvio, entonces, para que haya un escenario satisfactorio es la escogencia ya, sin retardo, de un candidato de consenso, ajeno a los partidos en el sentido de ser militante de alguno de ellos, con carisma, conocido nacionalmente por sus logros y sustentado en un programa creíble, que puede ofrecer acciones que conduzcan al cambio deseado  y con la  necesaria y potente oratoria que se requiere para despertar emociones, partiendo del conocimiento teórico requerido para desmoronar el reinado de Maduro. Con ese consenso, que debe lograrse de inmediato, la oposición puede contrarrestar la abstención y aumentar sus posibilidades de maniobra, erradicando, como estímulo propiciatorio, las competencias internas. Es bueno que pensemos que sentir que nos domina y se ríe de nosotros algo inferior, resulta hasta inmoral.