La Alcaldía del Municipio Libertador incumple con el cronograma de horario de recolección de la basura, los merideños que le pagan por el servicio se desesperan, algunos inconcientes la botan donde mejor le parece y en medio de todo, surgen “recolectores privados” en camiones de volteo, que cobran lo que les viene en gana, en efectivo o en paquetes de cualquier producto alimenticio, el que no satisfaga su pedimento, le dejan los desperdicios en la puerta de casa o establecimiento comercial.
¿Negocio redondo? pareciera, a simple vista, que sí, que juega con la necesidad del pueblo que ya no sabe que hacer con sus desperdicios, lo que conlleva al beneficio de la duda, toda vez que los “recolectores privados” gritan a voz populi que están autorizados y los envía la Alcadía pero cobran hasta 3.000 Bs. S por hacerlo o que les den comida, se tornan groseros y amenazantes, cuando se les reclama, los merideños, no saben ni que hacer, pensar, ante el caos por la ineficiencia de la Autoridad Municipal que da vida a un servicio privado especulativo, total en Mérida, no hay gobierno que valga, duela a quien le duela, caiga a quien le caiga y “al que le caiga el guante que se lo plante”(Giovanni Cegarra, GC. CNP. 2229).
