El Consejo Universitario desarrollado este lunes se vio matizado por la muerte del bachiller Juan Carlos Dávila Barrios, por lo que todos los miembros que conforman el Consejo rindieron un minuto de silencio por este joven quien perdió la vida en manos del hampa, apagando una luz de manera trágica y absurda y que enluta un hogar universitario.
“Todo esto da una sensación de rabia e impotencia, cómo explicarles a los padres de este joven que a pesar del Plan Mérida Segura y casi a plena luz de día, en un sitio muy concurrido, nadie vio nada, hoy esta desaparición pasa a engrosar la lista de los jóvenes caídos a manos del hampa, sus padres, hoy con gran tristeza ven cómo se desvanecen las ilusiones que tenía Juan Carlos”, resaltó José María Andérez, secretario de la ULA.
El joven estudiante Juan Carlos Dávila Barrios, era definido por todos quienes compartieron con él, como un muchacho decente, buen hijo, deportista por excelencia, colaborador y entusiasta, hoy muchos de los que lo conocieron no van a ver todos los frutos que podía rendir. “Hoy vemos que esta, que era una ciudad pacífica y tranquila, donde se sentía cierta seguridad, se ha transformado en los últimos 8 o 10 años en una ciudad violenta. La ULA tiene más de 70 denuncias ante los organismos del Estado y ninguna ha generado alguna correspondencia en donde se señale en qué estado están las mismas. Nos atracan y nos matan a la gente y aquí no pasa nada”, agregó el profesor Andérez.
La sensación durante el desarrollo del CU fue de mucho pesar, por lo que el Secretario de la ULA aprovechó para manifestar su pésame y mensajes condolencias de todos los integrantes del Consejo a sus familiares y amigos, y destacó la impotencia que se siente al no tener una respuesta frente a la desesperación de la familia del joven Dávila Barrios cuya desaparición física hoy enluta a la Universidad de Los Andes.
Golfredo Lobo / Prensa ULA / CNP 14.293
