Cada vez que termina un año y se da inicio a otro, pareciera que damos inicio a una nueva vida, por eso aquello “año nuevo vida nueva” y en medio de la diatriba que nos envuelve a todos los venezolanos que aspiramos una Venezuela diferente, en armonía, paz, convivencia ciudadana, este 31 de diciembre, no faltarán por nada del mundo, las peticiones y deseos tradicionales, con la esperanza de un buen futuro y destino mejor, de certezas por el mejoramiento personal, familiar, social, por nuestro país.
¿Cómo será el nuevo año?, la pregunta de las mil lochas, en medio de la crisis de vivimos y convivimos en Venezuela y así, la noche de este 31 de diciembre, la tradición resurgirá a flor de labios y pensamiento, todos en familia, grupo, en solitario, pedirán los mejores deseos, llenos de fé en el futuro, de esperanza, sosiego, la costumbre generalizada que viene dada, de generaciones en generaciones, de creencias populares.
En la hora y minutos finales del año, el advenimiento del nuevo, la tradición y costumbre se hacen presentes y en sus efectos, muchos visten con sus mejores galas; hombres y mujeres usan ropa interior de color amarillo; se toma bebida espirituosa en copa o vaso de cristal que tiran por encima del hombro derecho hacia atrás que al romperse indica que la fortuna lo acompañará por todo el año; otros querrán viajar y salen a la calle, maleta en malo, reciben el año en plena carrera; se comen las doce uvas a medida que se suenan las doce campanadas; sí en la despensa tienen lentejas se comen un buen plato de ellas sin sal y azúcar; se toman un buen trago, el primero del nuevo año por la prosperidad personal.
Lo otro, es colocarse las mejores joyas que se tenga para atraer buena fortuna y regalos; llenar los bolsillos de dinero y tenerlo en la mano al sonar las doce campanadas del año nuevo; colocarse en la cintura una cinta con tres nudos, amarillo para la suerte, verde para buena salud, rojo para lograr un gran amor; en la cena de fin de año deberán sentarse a la mesa, número par de personas, el impar da mala suerte, servir siete alimentos diferentes, lo que ahora es por demás difícil, en fin, infinidad de tradiciones y costumbres en el última día noche del año, que se me escapan pero que todas van encaminadas con los mejores deseos de amor, paz, armonía, éxito, prosperidad, felicidad, conciliación, reconciliación, lo que tanto necesita hoy día, nuestro país.
Tradiciones de Fin de Año, en medio de la actual coyuntura socio económica política que se afronta y confronta en nuestra Venezuela, muchos serán los deseos que se pedirán al escuchar las doce campanadas que anuncian el nuevo año, con la firme esperanza que sea mucho mejor del que termina, nada se pierde con hacerlo, con motivación personal, pensando en fortalecer y consolidar la Venezuela que todos queremos. FELIZ AÑO PARA TODOS (Giovanni Cegarra, GC. CNP. 2229) – Foto Arte GC.
