Venezuela para cambiar el rumbo, hay que cambiar no sólo de gobierno, hay que cambiar de mentalidad, cambio social.

Por: Luis Miguel Balza Arismendi

Muchos venezolanos y extranjeros creen que al cambiar el gobierno, en pocos días se resolverá todo (deberían ver uno de tantos ejemplos en el errorzaso de abril de 2002 que no es así), les verán con alegría eufórica, no obstante la realidad del asunto socio-político-jurídico-económico… es profundamente compleja: el cambio de gobierno, que seguro viene, no soluciona mucho -eso sólo es quizá un veinte o treinta por cien del cien por cien-.

Se ha dicho <<cada pueblo tiene el gobierno que se merece>>, porque deviene lógico que los gobiernos son el resultado de las sociedades -así, no habrán gobiernos de bajo nivel, si la sociedad tiene un alto nivel-. Ello implica que el cambio importante y definitivo es en la sociedad: hay que cambiar la mentalidad socio-política-económica del venezolano. No sirve de mucho que cambien los gobiernos (sólo pasarán), si el venezolano sigue sin decírsele la verdad (tarea de los políticos y demás), sigue -masificado- sin estudiar, sin trabajar, sin esforzarse, sin producir -la mayoría sólo comercializa- y demás males en una lista algo extensa. Una tesis, algo en boga, indica: nada cambia si primero no cambia uno mismo -no cambias tú-.

El cambio de gobierno viene, pero la sociedad debe cambiar con él. En Venezuela -similar en Colombia- se debe invertir, sincera y grandemente, en tres sectores primordiales: 1) sistema de salud, 2) sistema educativo (educación libre, gratuita y de alto nivel) y 3) seguridad (desde la creación de políticas). Antes que ello, la familia y la formación familiar es vital. Lo ya dicho y el resto, lo deben crear, desarrollar y ejecutar la sociedad y los gobiernos.

Luis Miguel Balza Arismendi
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